Hoy martes 26 el papa Francisco ha llamado al episcopado a dos sacerdotes del clero diocesano: uno de la diócesis de Valparaíso a quien designa obispo de San Felipe; y otro del clero de Santiago como auxiliar de su diócesis. Con estos nombramientos son cinco las sedes vacantes de las 27 jurisdicciones eclesiásticas en Chile: Copiapó, a cargo de un administrador diocesano; y Rancagua, Valparaíso, Talca, y Valdivia, a cargo de un administrador apostólico. De esta manera, Francisco consolida la renovación del Episcopado chileno, salpicado en los últimos años por la lacra de los abusos sexuales a menores
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Programas de ayuda
Gonzalo Bravo Álvarez, de 57 años, es ingeniero civil de la Universidad Técnica Federico Santa María. Ingresó al Seminario de Valparaíso a los 27 años, ordenado sacerdote en 1997 es Doctor en Teología Bíblica de la Pontificia Universidad Gregoriana, de Roma.
Desde el año 2001 ha tenido cargos en tres parroquias. Es el Decano de la Facultad Eclesiástica de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso donde es profesor desde el 2008. Fue vicario de Asuntos Económicos del Obispado. Fundó la Corporación La Matriz en la parroquia de la que es actual párroco, para llevar adelante programas de ayuda social, de emprendimiento y de cuidado por el medio ambiente y el patrimonio en Valparaíso y en ciudades de la Región. Hoy ha sido llamado al episcopado como obispo de la diócesis vecina de San Felipe.
Otro apoyo en Santiago
Julio Larrondo Yáñez, por su parte, pertenece al clero de Santiago, tiene 61 años, ordenado sacerdote en 1992 ha sido vicario parroquial y párroco en varias parroquias, además formador del Seminario Pontificio Mayor de Santiago.
En marzo de este año había asumido como Vicario Episcopal para la zona sur de Santiago. Ha integrado el equipo de la Vicaría para el Clero y, desde marzo de 2016, es miembro del Consejo Presbiteral.
Hoy el Papa lo ha nombrado obispo titular de Magarmel y auxiliar de la arquidiócesis de Santiago, donde colaborará con el arzobispo Celestino Aós junto a otros dos obispos auxiliares con dedicación permanente: Cristián Roncagliolo y Alberto Lorenzelli.
Esta arquidiócesis tiene otros dos obispos auxiliares que son administradores apostólicos en diócesis (Pedro Ossandón y Galo Fernández) y el obispo Andrés Arteaga que se encuentra con impedimento de salud.
