Una nueva oportunidad de encontrarnos con el pretexto de convertirnos en profesionales del acompañamiento personal. ¡Bienvenidos de nuevo!
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En nuestros encuentros anteriores contextualizamos el “universo del acompañamiento y delineamos algunas metodologías que pueden ayudarnos en el contexto pastoral desde diversas perspectivas.
Recientemente, apenas hace algunas semanas, hemos abordado una primera metodología: ¡el coaching! Hemos definido sus características principales y ahora, con la idea de profundizar un poco más, buscaré presentar para los lectores un panorama general de los tipos de coaching y los estilos con que se aplica esta herramienta.
Tipos de coaching en el acompañamiento personal
Dependiendo el contexto donde el coaching se realice, así como los objetivos particulares de cada cliente, pueden encontrarse en la práctica diferentes tipos de coaching. La clasificación que se ofrece en el texto de ‘Coaching Cognitivo’ (GONZÁLEZ, 2004) nos ofrece un panorama general para brindar una posible clasificación:
- Organizacional
1.1 Coaching de negocios
1.2 Coaching personal
- Educativo
2.1 Coaching escolar
2.2 Coaching cognitivo
- Familiar
3.1 Coaching de parejas
3.2 Coaching personal
Dentro del coaching organizacional, si bien se aborda en perspectiva de “negocios” o “personal”, existe también, cada vez más sistematizada la alternativa del así llamado “coaching de equipos” donde un coach profesional trabaja con un grupo, alrededor de 5 a 15 personas, para encarar junto con ellos , retos o inconvenientes en el ámbito laboral, profesional y personal.
Dentro de este esquema de negocios o de organizaciones, considerando el aspecto de aplicación pastoral que involucra a este espacio digital, es posible considerar el coaching como una alternativa para servir a quienes sirven dentro de comunidades, movimientos y parroquias. Encontraríamos que las herramientas propuestas por el coaching pueden ayudar a párrocos, consejos parroquiales, comunidades religiosas y/o líderes de movimientos apostólicos y muchos otros agentes pastorales a quien ahora, con mucha fuerza y ante el contexto actual, es posible acompañar para apoyar su propia misión de acompañamiento.
Foto: Haz y Aprende- Héctor Sampieri Rubach
Cada una de las aplicaciones en la tipología propuesta, en la práctica y ejercicio de la técnica analizada ahora, tendrá sus diferencias, matices y herramientas. Aunque la metodología sea similar, la experiencia del coach en el coaching será determinante para “personalizar” cada proceso a las necesidades de los destinatarios y beneficiarios de un proceso de acompañamiento personal.
Estilos de coaching
A partir del desarrollo del coaching, aproximadamente de unos 30-40 años a la fecha, como profesión sistematizada y ordenada, se ha concretado el aterrizaje de esta práctica con diversos matices y/o diferencias metodológicas concretas.
Hay variantes en el coaching, como en otras disciplinas pueden encontrarse aplicaciones variables, a las que se les denomina regularmente “modelos de coaching” o “escuelas de coaching”.
Estas metodologías diversas ofrecen como un corpus definido una serie de pautas, referenciales y recomendaciones específicas para la aplicación directa con clientes y para el entrenamiento y formación de nuevos coaches profesionales.
Las diversas escuelas de coaching, en aras de constituirse como esfuerzos profesionales y serios ante un clima de desprestigio y ausencia de ética en algunos pseudo profesionales, registran y someten a revisión sus programas de formación y metodologías particulares ante la International Coaching Federation (ICF).
La ICF es una organización internacionales de coaches profesionales que, reunidos en colegio, contribuyen a estandarizar y precisar las competencias mínimas que un coach debe ejercer para ser efectivo en el desempeño de su profesión.
Las competencias, el desarrollo de la habilidad puntual de cada coach en diversos ámbitos, están sistematizadas y de alguna manera compartidas por las diversas escuelas de coaching. Su dominio marcará la diferencia en cuanto la experiencia de nuevos coaches y de coaches con gran trayectoria y conocimiento de la herramienta (GOLDVARG, 2016).
Podríamos, sin ánimo de abarcar todas las metodologías presentes en el mercado actual, enunciar las siguientes de modo ilustrativo:
– Coaching sistémico.
– Coaching cognitivo.
– Coaching co-activo.
– Coaching ontológico.
– Coaching por valores.
– Coaching “for performance”.
– Coaching con herramientas de programación neurolingüística.
– Coaching dialógico.
“Como toda profesión el coaching se encuentra en constante actualización y desarrollo por lo que, si deseas convertirte en un profesional del acompañamiento para aplicar tus conocimientos y capacidades en favor de la dimensión eclesial, pastoral y evangélica, sería conveniente acercarte a conocer las opciones presentes en el mercado de tu país y poder considerar que el acompañamiento que realizas como servicio puede profesionalizarse“.
Nos leeremos pronto para contarte algunos detalles del modelo de coaching profesional que tu servidor practica y que te recomienda de manera amplia.
Mientras tanto, ¡hasta pronto y hasta siempre!
P.D. Continuamos en oración constante y en acción decida para apoyar, como nos sea posible hacerlo, a todas aquellas personas que requieren en estos difíciles momentos de la mano que podamos ofrecerles en cuanto cristianos y en cuanto seres humanos. Esta época del Covid-19, tan necesitada de acompañamiento, espera de nosotros la puesta en práctica de las reflexiones que en este espacio construimos para generar herramientas que sean útiles en el desempeño de nuestra misión y vocación. ¡Dios nos ayude a todos!
