La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció que el próximo 28 de junio podría darse la transición del semáforo epidemiológico del rojo al naranja y, por lo tanto, los sacerdotes podrían comenzar a celebrar misas con la presencia física de fieles, aunque sólo al 50% de la capacidad de los templos.
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El documento denominado: “Transición ordenada y gradual hacia el semáforo naranja”, especificó que la regla para que el semáforo cambie de color es que haya dos semanas de decremento en la ocupación hospitalaria, y que ésta se encuentre por debajo del 65 por ciento.
Informó que en la capital del país actualmente hay 1,223 camas generales disponibles, 867 de las cuales con ventilador; es decir, la ocupación actual es de aproximadamente 74 por ciento. Al martes pasado, cuando se dio el último reporte, había más de 3,300 personas en hospitalización general y alrededor de mil intubadas.
Sheinbaum consideró que es posible hacer esta transición “gracias a que iniciamos y fortalecimos el programa de detección, protección y resguardo de casos Covid-19 y sus contactos: identificación de casos positivos oportunamente, rastreo de contactos, capacidad de pruebas y resultados, resguardo de casos sospechosos”.
La Jefa de Gobierno confió en la responsabilidad que ha mostrado la ciudadanía hasta el momento: “será una semana de transición ordenada y de preparación hacia el semáforo naranja. Si nos mantenemos en niveles aceptables de contagios y ocupación hospitalaria, podremos pasar al color naranja en la semana del 22 al 28 de junio”.
En el documento se hace énfasis en las reglas de la “nueva normalidad”: al salir siempre usar cubrebocas y guardar una distancia entre personas de 1.5 metros, mantener las manos limpia y lavarlas frecuentemente con agua y jabón. Al menor síntoma de la enfermedad respiratoria, quedarse en casa y comunicarse al 56581111 del servicio Locatel.
Hasta el momento no hay ningún pronunciamiento al respecto por parte de la Arquidiócesis Primada de México, a cargo del cardenal Carlos Aguiar Retes, aunque ya cuenta con las ‘Orientaciones y criterios para el regreso gradual a las celebraciones litúrgicas con la asistencia de fieles’, y en días pasados el Arzobispo de México tuvo una reunión virtual con su presbiterio para analizar dichas medidas.
Durante la reunión, Aguiar Retes dejó en claro a su clero que deberán ser las autoridades civiles las que determinen la fecha para el regreso gradual a las actividades parroquiales, tanto litúrgicas como pastorales.