Desde el domingo, la zona de islas del Río Paraná está siendo devastada por el fuego. Se encuentran comprometidas 6.000 hectáreas de pastizales. La ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, es la más afectada por la densidad del humo, el fuerte olor a quemado, la reducción de visibilidad, y los riesgos para la salud, sobre todo en lo respiratorio.
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Por este motivo, el equipo de pastoral social de la Arquidiócesis, manifestó su preocupación y alertó sobre la crisis socio-ambiental. “Como cristianos, reconocemos y apreciamos que la tierra es una creatura de Dios a la que, como san Francisco, podemos llamar la ‘hermana madre tierra’, afirmaron.
Recordaron que el Santo Papa señala, con preocupación, a la Madre Tierra debilitada por nuestra sobreexplotación que la “estruja” al límite. En ‘Laudato si”, Francisco afirma que estamos en medio de una crisis socio-ambiental cuya raíz está en el corazón del hombre que se conduce con el paradigma tecnocrático. Con soberbia cree que, ciencia y la tecnología todo lo pueden para su provecho, olvidando sus límites y los de la naturaleza.
El ecocidio
Los dirigentes rosarinos alertan que, apenas conmemorado el quinto aniversario de la Encíclica, “nos encontramos con una nueva y alarmante seguidilla de incendios intencionales y descontrolados en las islas entrerrianas”. Estos hechos constituyen un verdadero ecocidio por sus consecuencias ambientales y personales, afirman.
“Acompañamos el reclamo de la población y de tantas organizaciones de la sociedad civil que piden que cesen los incendios y que se dicte una ley de Humedales que proteja esta porción de la creación, regalo divino que no podemos destruir”, señala la pastoral social.
Se unen al grito desesperado de la Madre Tierra, de los pobres –por los que optan preferencialmente– y de todos los rosarinos que soportan el ahogo físico, social y espiritual porque sienten que los intereses económicos y el ansia de riqueza afectan gravemente la vida de las personas y de la tierra.
Apelan a la responsabilidad de todos para que, como expresó Francisco al inicio de su ministerio, “no dejemos que los signos de destrucción y de muerte, acompañen el camino de este mundo nuestro”.
El reclamo de la ACA
Por su parte, la Acción Católica Arquidiocesana, también expresó su preocupación por la quema indiscriminada y no controlada en la zona de las islas.
En consonancia con Laudato ‘Si que expresa que cuando se habla de medio ambiente se indica una relación entre la naturaleza y la sociedad (nº 139), afirman que “La quema de las islas trae consecuencias graves para la salud de las personas – niños, jóvenes, adultos y ancianos – como así también para el medio ambiente y las distintas especies animales que habitan estas tierras”.
En la misma línea del Papa, sostienen que “el amor, lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo, es también civil y político, y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor” (LS, 231).