Ha pasado una semana del llamado hecho por el obispo de Temuco, Héctor Vargas, pidiendo a los mapuches en huelga de hambre “evaluar nuevos caminos a esta medida de presión que, si bien pacífica, es al mismo tiempo extrema, porque en ella que se tensionan valores esenciales del individuo, como la vida y la libertad, contenidos ambos en el núcleo mismo de la dignidad humana”, dijo Vargas en un artículo publicado por el diario local el domingo 26.
- LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
“No podemos dejar de manifestar nuestra gran preocupación por la persona de los mapuches que, desde hace más de dos meses, se encuentran en huelga de hambre, poniendo en grave riesgo su salud y vida”, expresó también. Sin embargo, hasta ahora no ha sido escuchado.
El jueves 27 la Corte de Apelaciones de Temuco rechazó el recurso de amparo presentado por la Defensoría Regional de La Araucanía, en representación del machi Celestino Córdova, quien se encuentra condenado por el incendio y muerte del matrimonio Luchsinger Mackay, hace 7 años, y que inició una huelga de hambre hace 91 días, apoyado por grupos en otras cárceles. Con esta medida, Córdova presionaba por su petición de que la Justicia le sustituya la pena de cárcel por un régimen de reclusión domiciliario total hasta el término de la pandemia del Covid 19, siguiendo las normas establecidas por el Convenio 169 de la OIT, ratificado por Chile en 2008. Esto es lo que rechazó el jueves 27 la Corte de Apelaciones de Temuco.
“No hay presos políticos”
El pasado viernes llegó a Temuco el debutante Ministro del Interior, Víctor Pérez. Allí dijo que “este es un conflicto que lleva mucho tiempo, decenas de años y muchos gobiernos han intentado avanzar en esta materia. Este ministro va a hacer un esfuerzo muy importante para escuchar, convencer y ver los caminos que en conjunto nuestra institucionalidad puede llevar adelante”. Aludiendo a los presos mapuche, Pérez agregó que “no hay presos políticos, por presos políticos entendemos a los que por sus ideas están presos. Las personas que están privadas de libertad lo están por decisión de los tribunales de justicia, no del Gobierno. Vamos a respetar siempre las resoluciones de los tribunales de justicia”.
A esto respondió el vocero de los presos mapuche en huelga de hambre, Juan Pichún, expresando que “nuestros presos están dentro del marco de una reivindicación territorial, del control territorial. En esas condiciones cayeron presos nuestros weichafes que están hoy día en huelga de hambre, pero también queremos recordarle al señor ministro que no sólo existen los presos políticos, también han existido asesinatos, torturas”, manifestó Pichún.
Sedes municipales ocupadas
Ese mismo día, se desarrollaron drásticas manifestaciones cerca de los penales en Angol y Lebu, donde están los otros presos mapuche en huelga de hambre. Las más violentas ocurrieron en Temuco en las cercanías del lugar donde estaba el Ministro.
En apoyo a estas huelgas, el viernes pasado fueron ocupadas las sedes de 5 municipios en la provincia de Malleco, dos de las cuales terminaron siendo quemadas.
Se agudiza el conflicto y aumenta la tensión. Por eso, el obispo Vargas pedía en su artículo que “las autoridades puedan hacerse cargo de los temas de fondo que subyacen a esta delicada acción. Nos referimos a una política de Estado, fruto de una clara voluntad política transversal, que a la luz de los tratados firmados por Chile, la evidencia internacional al respecto y acciones concretas, pueda, de una vez por todas, avanzar decidida y eficazmente en los temas pendientes con los pueblos indígenas, desde sus fundamentos éticos esenciales hasta su dimensión jurídica y constitucional”.
Una deuda con heridas
Vargas habla con conocimiento directo del tema, ya que presidió la Comisión constituida por la presidenta Michelle Bachelet cuyo fruto fue el “Informe de la Comisión Asesora Presidencial de La Araucanía” que, en 45 páginas expresa el trabajo de varias decenas de personas durante más de un año en torno a 4 temas: Historia, Cultura y Educación; Reconocimiento y Paz Social; Desarrollo Productivo Sustentable; e Institucionalidad y Legislación. Tanto este documento como otros anteriores han quedado ahí, sin ser implementadas sus propuestas.
En junio pasado, Vida Nueva dio a conocer la opinión del obispo de Temuco expresada en una entrevista al diario local. Allí decía: “Me parece que, a lo largo de la historia, la relación con estos pueblos no ha logrado estar a la altura que exige este enorme desafío. Un caminar titubeante fruto quizás de una política de indecisiones, generando una deuda con muchas heridas y dolorosas consecuencias, no sólo para el mundo indígena”.
Ahora, la inquietud del obispo se origina en los hechos de violencia que han recrudecido y en la gravedad del estado de salud del machi Córdova, por un lado, y por otro, las expresiones usadas por el nuevo Ministro quien afirmó que “existe la evidencia absoluta que estamos aquí frente a grupos con capacidad militar, grupos con financiamiento, con capacidad operativa y logística que están muy decididos a que no exista paz y tranquilidad. Eso es lo que vamos a combatir”. Agregando que “no es posible que grupos organizados, violentos, que claramente responden a organizaciones criminales y actos terroristas, angustien y acorralen a la ciudadanía”.
Desde mediados de junio se intensifican gestiones que buscan un arreglo que ponga fin a la huelga y dé solución a las demandas planteadas por los presos. Hasta ahora, el gobierno no ha aceptado ninguna negociación. Mientras, la salud de quienes están en huelga de hambre, sobre todo, el machi Celestino Córdova se agrava.
Sin duda, la Araucanía está en tensión.
