La diócesis de Osma-Soria no se ha quedado al margen de la situación crítica que viven los empresarios de la región. De ahí que el Fondo Extraordinario Solidario creado por el equipo del obispo Abilio Martínez para paliar la pandemia económica y social del coronavirus se haya transformado en ayudas directas a pequeños negocios familiares para evitar, en muchos casos, el cierre definitivo.
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En total, desde la puesta en marcha de la iniciativa en el mes de mayo, el Obispado ha ayudado a 73 empresas con más de 50.000 euros. Solo en julio, la comisión que gestiona el fondo se ha reunido hasta en dos ocasiones para aprobar las partidas destinadas a 33 entidades por una cuantía de más de 19.200 euros. Entre ellas, se encuentran, desde alojamientos hosteleros y pequeños comercios, hasta una empresa de control de plagas, una modista, una peluquería, una esteticien, un tatuador, un gimnasio o un taller mecánico.
Aliviar el dolor
“Desde que comenzó la crisis sanitaria y social provocada por el coronavirus, muchas personas se han preguntado y me han preguntado qué podríamos hacer como Diócesis para aliviar el dolor de tantos hermanos nuestros”, reflexionaba el obispo en abril, en pleno pico de la pandemia, cuando dio luz verde a este fondo, solicitando la aportación de sacerdotes, religiosos y laicos para fortalecerlo: “No podemos estar ajenos a los problemas de nuestro pueblo; por eso, pido tu colaboración, sabiendo que Dios da el ciento por uno”.
Esta hucha diocesana se constituyó en un primer momento con 125.000 euros propios de la Diócesis, el Seminario y Cáritas. “Hay en el corazón de todos los seguidores de Jesús un deseo innato de llevar el amor de Cristo a la vida ordinaria para aliviar el sufrimiento de los hermanos”.