“Ante las dolorosas noticias que dan cuenta del hallazgo del cuerpo de la joven Iara Rueda, como Iglesia queremos expresar nuestra cercanía y acompañamiento a su familia y a su comunidad“. Así iniciaba la comunicación firmada por el obispo diocesano, Daniel Fernández, y el presbiterio.
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En el mensaje, los prelados lamentan no solo la pérdida de la vida de Iara, sino que también se hacen eco por la desaparición de otras jóvenes de la provincia.
Pidieron mostrar el rechazo a este tipo de “situaciones deplorables que nos llenan de vergüenza como sociedad y de impotencia al sentir que esta escalada delictiva no se detiene”.
Solicitaron comprometerse en el cuidado de unos a otros, prestando atención a estas situaciones que “que nos dejan sin palabras y nos comprometen a prevenir, acompañar y buscar la reparación del mal”.
Por otra parte, instaron a las autoridades a aplicar la justicia para quienes sean los autores de estos “aberrantes hechos”.
Violencia contra las mujeres
Lamentablemente, la provincia está viviendo un clima de mucha incertidumbre por los feroces episodios de femicidio que se sucedieron en el último tiempo.
Hasta el día en que encontraron el cadáver de Iara, se estaba realizando marchas para pedir por su aparición y otras dos jóvenes desaparecidas: Gabriela Cruz y Violeta Ávalos. A estos hechos, se suma la muerte de Rosana Mazala, quien había participado de estas movilizaciones contra la violencia machista, y que apareció asesinada por su pareja, en su domicilio.
El reclamo de justicia se hace escuchar en la provincia, y tanto familiares como organizaciones expresaron su decepción y descontento por el accionar policial en las investigaciones y la represión de las fuerzas de seguridad en las marchas.