El confinamiento ha servido a diez jóvenes de la Diócesis de Getafe, con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, para “reafirmar su llamada al sacerdocio, a dejarlo todo y a empezar a vivir en comunidad“. Por ello, se han incorporado al Seminario Mayor Nuestra Señora de los Apóstoles, en el Cerro de los Ángeles, para comenzar su formación de preparación para el sacerdocio. Este curso se convierte en el más numeroso del centro formativo, que cuenta en total con 35 seminaristas.
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Con estas incorporaciones, el número de candidatos al sacerdocio de la Diócesis ha aumentado un 40%. Y, como ellos mismos explican, cada uno ha sentido su llamada en circunstancias diversas. Meldon España, uno de los nuevos seminaristas, comenta que le fue formando su participación en la vida de la Catedral de Getafe. Mientras, Álvaro Chillarón, subraya que fue gracias a la pastoral del Colegio Juan Pablo II.
Caminos diferentes
Por su parte, Alejandro Czernia encontró la vocación en el Seminario Menor de Rozas de Puerto Real, y para Jorge Carrascosa, Ignacio Pedraja y Juan Liquiniano, además del tiempo de confinamiento, un retiro Effetá de la Parroquia San Carlos Borromeo tuvo una gran importancia en su itinerario vocacional.
Asimismo, a algunos de ellos la llamada les ha pillado con sus vidas encaminadas en otra dirección: uno de ellos acaba de cursar Digital Business, Pablo Soto-Largo, feligrés de la Parroquia Santo Cristo de la Misericordia, y Jorge Maldonado, que ha terminado Enfermería. También Roberto Rubio, que pertenece a la Parroquia Santísima Trinidad, está recién graduado en Magisterio, y Javier Ramírez ha llegado al Seminario después de hacer Comunicación Audiovisual en Navarra.
