“Ustedes invocan los valores cristianos y a la Iglesia católica y eso les honra –porque la fe es imprescindible y como presidente voy a proteger a todas las religiones–, pero al mismo tiempo desprecian la figura y el mandato de su máximo representante, que es el papa Francisco”. Con este mensaje ha sorprendido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al candidato a la moción de censura, Santiago Abascal, quien hoy ha hecho en el debate una apología del cierre de fronteras.
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A tan solo tres días de la visita de Pedro Sánchez a Francisco, el Papa ha estado muy presente hoy en el Congreso de los Diputados en el debate de la moción de censura de Vox al Gobierno. Un día en el que, por cierto, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, se ha dejado ver por el Vaticano durante la audiencia general del Pontífice. Al arzobispo de Barcelona también lo citó Sánchez para defender el cierre de los lugares de culto durante la primera oleada: “No atentamos contra la libertad religiosa por restringir el culto –de hecho, tuve ocasión de hablarlo con el presidente de la Conferencia Episcopal–. El cierre de iglesias no impidió rezar, como el cierre de bibliotecas no impidió leer ni el cierre de los restaurantes comer”.
La participación del Pontífice en el debate no se ha circunscrito a la política antimigratoria de Vox, sino que Sánchez también ha hecho hincapié en la defensa de la fraternidad que hace el Papa en la encíclica ‘Fratelli Tutti’. “¿La ha leído?”, le ha preguntado Sánchez, para luego rematar con sorna: “Le recomiendo que la haga o, al menos, que le hagan un resumen”.
Así, el presidente del Gobierno ha lanzado una cita del documento magisterial que parece que han estudiado en profundidad de cara al próximo encuentro con el Papa. El punto 11, que reza así: “La historia da muestras de estar volviendo atrás. Se encienden conflictos anacrónicos que se consideraban superados, resurgen nacionalismos cerrados, exasperados, resentidos y agresivos. En varios países una idea de la unidad del pueblo y de la nación, penetrada por diversas ideologías, crea nuevas formas de egoísmo y de pérdida del sentido social enmascaradas bajo una supuesta defensa de los intereses nacionales”.
Sánchez ya alabó en Twitter la publicación de la encíclica ‘Fratelli tutti’ compartiendo “con el Papa el llamamiento a construir un mundo más justo y solidario”. Ayer, en la rueda de prensa en Roma en el marco del XVII Foro de Diálogo Italia-España junto al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, no faltó un nuevo guiño al Pontífice antes de su primer encuentro.
“Para el Gobierno español, las relaciones con el Vaticano son muy importantes. Tenemos que hablar de varios temas”, apuntó Sánchez desde Roma. Además, destacó que “el papa Francisco es una figura inspiradora e incuestionable, y por eso participaremos en esta reunión con la idea de renovar la invitación para visitar España cuando buenamente sea posible y también renovar las relaciones con el Vaticano que son indudablemente positivas”, añadió.
La crítica de Abascal a Cáritas
Asimismo, en el debate le ha preguntado a Abascal “cómo casa su propuesta fiscal con la economía de Francisco”, puesto que Jorge Mario Bergoglio, en su exhortación ‘Evangelii gaudium’, que ha parafraseado Sánchez, recuerda que “el Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos”. En este sentido, el presidente ha sentenciado mirando a Abascal: “Usted no es ni patriota, ni agradecido y cristiano… habría que verlo”.
Sánchez, en su respuesta a la moción de censura, ha echado en cara a Abascal que no se ha pronunciado sobre la pobreza infantil ni ha defendido la transición ecológica, temas que, según el presidente, preocupan a los españoles. Sin embargo, ha señalado que ha hecho gala de su “xenofobia” diciendo que “los bárbaros nos invaden” y que somos víctimas de “un virus chino”. “Mientras a los españoles les preocupa el empleo, a ustedes la invasión”, ha agregado.
Por otro lado, ha señalado que “a un patriota no le pueden sobrar la mitad de sus compatriotas”. Al mismo tiempo, le ha afeado que llame “paguita” al ingreso mínimo vital y haya calificado a Cáritas como “un chiringuito”. Así, ha subrayado que él cree en la España de Fray Bartolomé de las Casas, en la España que “ve en el migrante a la humanidad sufriente y no a unos invasores”. Del mismo modo, ha hecho suyos los cuatro verbos del papa Francisco sobre los migrantes –acoger, proteger, integrar y promover–. “Verbos muy diferentes a los utilizados por usted”, le ha recriminado.
En su contrarréplica, Abascal le ha mostrado su indignación por citar al Papa: “Solo nos faltaba que un abortista y un promotor de la eutanasia se pusiera en plan monaguillo a citar encíclicas papales”. Más tarde, en otra réplica le ha recriminado su “insistencia capillita” de citar al Papa. “Cuando se reúna con él, dígale lo que piensa del aborto y la eutanasia porque para Bergoglio eso es un crimen”.
A tres días de verse con el Papa
La visita ayer al Vaticano de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, para una reunión con el secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Paul Richard Gallagher, en la que hablaron sobre “multilateralismo, migraciones, Mediterráneo y América Latina”, sentó las bases del encuentro del próximo sábado entre el presidente del Gobierno y Jorge Mario Bergoglio.
Según ha confirmado Vida Nueva, se trata de un encuentro buscado “con mucho interés” por parte del Ejecutivo español. De hecho, en la última semana, desde el Ejecutivo socialista se habría analizado pormenorizadamente la encíclica ‘Fratelli Tutti’ para que el presidente se presente ante Jorge Mario Bergoglio como garante de los valores que se defienden en su carta en lo que a la lucha con el neoliberalismo y la protección de los vulnerables se refiere. Desde ahí se entiende que esta misma semana Calvo se sirviera del documento magisterial para atacar a VOX en la sesión de control del Congreso de los Diputados.
El papa Francisco cosecha elogios. Pero no por parte de esperados compañeros de viajes. O más bien, de los que algunos esperan. Y es que también el ministro de Consumo, Alberto Garzón, invitaba a la lectura de la encíclica papal, pues se trata de “una lúcida reflexión muy oportuna en tiempos de crisis, desigualdad y ola reaccionaria global”.
En su caso, iba más allá del jefe del Ejecutivo, pues compartió varias imágenes en las que demuestra –para los más incrédulos– que había leído y subrayado parte del contenido. Y es que en las redes sociales, dando por hecho que Sánchez no se ha leído la encíclica, se ha criticado que el presidente haya querido subirse al carro.
Los apoyos de ‘Fratelli Tutti’
Pese a que Sánchez fue el primer líder político de nuestro país que se manifestó públicamente en relación a la encíclica, después llegaron otros. Eso sí, todos de partidos de izquierdas. Y es que la nueva encíclica firmada en Asís propone un nuevo orden mundial con los pobres al frente… En ella, el Papa detalla un programa de vida en el que intenta alumbrar el camino concreto a recorrer para quienes quieren construir un mundo más justo y fraterno desde lo cotidiano, la política y las instituciones.
El portavoz del Grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, advirtió también en Twitter la semana de la publicación del texto magisterial que son “tiempos extraños en los que PP, Ciudadanos y VOX piensan que una encíclica papal es un peligroso manifiesto socialcomunista y narcobolivariano”, para luego invitar a leerlo en La Vanguardia –junto a El País, los dos periódicos que más cancha han dado a la fraternidad del Papa–.
Más directo fue entonces Iñigo Errejón, el diputado de Más País, que criticó que “algunos dicen ser cristianos pero cuando el Papa critica la desigualdad resultan ser solo devotos del neoliberalismo”.