Delegaciones de todo el mundo acuden al tercer Foro Social de las Migraciones
(José Carlos Rodríguez) Quizá fuera una coincidencia. Pero a los que siguen el tema de la inmigración de cerca no les pasó desapercibido que el III Foro Social Mundial de las Migraciones, que tuvo lugar del 11 al 13 de septiembre en Rivas Vacia Madrid, tuvo lugar a los 20 años de la llegada de la primera patera a España. Mucho ha cambiado el tema de la inmigración desde entonces: los inmigrantes son ya casi un 10% de la población, y la política española -como la del resto de Europa- es cada vez más restrictiva. Los 3.000 participantes del Foro denunciaron que viola los derechos humanos.
Tres días de análisis dan para mucho. Para declaraciones estrella, como la del sacerdote belga Francois Houtart durante la inauguración: “El modelo económico actual está basado en un 20% de la población mundial que absorbe el 80% de los recursos. Este sistema favorece las migraciones, y, al mismo tiempo, intenta frenarlas y las criminaliza”.
Pero lo más importante fueron las decenas de talleres donde personas venidas de todo el mundo debatieron todos los matices imaginables de las migraciones. En muchos de ellos se destacó el contraste entre la libre circulación de capitales en nuestro tiempo y las restricciones a la de las personas que viajan de Sur a Norte: “Mientras los países europeos derriban sus fronteras, a los africanos nos obligan a levantar muros” señaló Aboubaker El Khamlichi, de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos.
Otros destinos
Pero no es sólo de pobres a ricos. El 80% de las migraciones en el mundo tienen lugar de Sur a Sur. Dos millones de birmanos que malviven en Tailandia, casi 200.000 asiáticas empleadas de hogar explotadas en condiciones de semi-esclavitud en Líbano, o millones de africanos que abandonan sus zonas rurales para buscar en las ciudades el trabajo que dejaron los que partieron hacia Europa.
Otros llegan a países pensando que serán de paso, para terminar quedándose allí. Es el caso de Mauritania, donde, según datos de la Media Luna Roja, en 2006 salían 700 subsaharianos al día en patera hacia las Islas Canarias (a 800 kilómetros) y hoy, debido a las presiones de España, la cifra ha bajado al aumentar las redadas. “A pesar de que vienen de países que no necesitan visado para entrar en Mauritania, basta que la policía encuentre a un senegalés o un nigeriano con dos camisas para que le detengan como sospechoso de querer embarcarse”, dice Chloé Charrondière, de Cáritas.
El Foro terminó con una marcha en Madrid el día 14 a favor de los derechos de los inmigrantes.