Las obras de restauración que se han desarrollado en los últimos 9 años en la iglesia de San Vicente Mártir, en pleno casco histórico de Sevilla, han sacado a la luz un importante cuadro. La primera Inmaculada pintada por el pintor Bartolomé Esteban Murillo, ya que ha sido fechada en torno a 1645. Es el resultado del estudio realizado por la empresa hispalense Gestionarte, que cuenta Benjamín Domínguez como conservador y restaurador.
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El pintor de la Inmaculada
Curiosamente la iglesia se encuentra a pocos pasos del Museo de Bellas Artes de Sevilla donde se han organizado varias exposiciones en torno al conocido pintor. Se trata de una pintura sobre lienzo que estaba muy deteriorada y que ha sido sometida a una limpieza integral. Los primeros informes dieron cuenta de la calidad artística y se investigo el origen, con la dificultad de que en la parroquia no había registros al respecto.
Ahora, a través del análisis de la técnica pictórica, los expertos Antonio Romero e Ignacio Cano han desarrollado un amplio estudio que concluye con el hecho de de que Murillo pintó la obra en torno a 1645 y sería la primera del pintor sevillano de esta figura religiosa. Según detallan los expertos en un artículo publicado en la revista ‘Ars Magazine’ hasta ahora, la primera Inmaculada de la veintena que Murillo pintó estaba fechada en 1652. La última la habría pintado entre 1680 y 1681 y se encuentra en el Oratorio San Felipe Neri de Cádiz.