Cuando se han cumplidos 5 años de la publicación de la encíclica Laudato Si’, la red Enlázate por la Justicia ha reflexionado sobre la aportación que esta suma de iniciativas eclesiales puede hacer ante “los desafíos de nuestro mundo”. Un foro virtual en el que han intervenido la jesuitina María Luisa Berzosa, consultora de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos; Sebastián Mora, profesor de la Universidad Pontificia Comillas muy vinculado a Cáritas; y Luis Arancibia, responsable de las Obras Sociales Jesuitas España. Un coloquio moderado por Sandra Várez de la Fundación Pablo VI.
El mundo como misión
Para Berzosa, “nuestro mundo es un lugar de desafíos” al que mirar de muchas maneras y que puede ser más humano y sostenible en sentido cristiano. La religiosa ha invitado a “contemplar” la situación actual con las “gafas del corazón” para no ser indiferentes, porque el “mundo concreto es el lugar donde vivimos nuestra misión”. “¿Nos duele la injusticia?”, se ha preguntado.
Berzosa, colaboradora de Entreculturas, desde la visión de Jesús, ha señalado como desafíos más urgentes el derecho a la educación, la situación de los migrantes y desplazados, el cuidado de la casa común, la economía solidaria y la paz y la reconciliación. Pero, ha recordado, “Dios contemplando al mundo que sale de sus manos se enamora de él y lo abraza”, aunque sea una época donde el contacto está limitado, ha sentenciado la religiosa. En este sentido, ha pedido “nuevas respuestas” ante esta época de nuevos desafíos en la que hay que desarrollar con intuiciones como la que promueven valores como la hospitalidad, la inclusión y la comunicación.
Mantener la esperanza
“Estamos en un tiempo de niebla, que sabemos que va a pasar, pero no el paisaje que nos va desvelar”, ha apuntado Luis Arancibia. Desde la reflexión de las instituciones sociales de los jesuitas ya que ven el “riesgo de perder el contacto con la realidad” en la Iglesia por ejemplo ante fenómenos como la disminución de religiosas que han estado muy presentes en el mundo de la exclusión. Para Arancibia “de Laudato Si’ está todo por hacer, ha entrado poco en nuestras comunidades.
“¿Habrá quien sea capaz de sostener la fe y la esperanza en una sociedad desilusionada y sin utopías?”, se ha interrogado el profesor. Ante esta realidad, las instituciones sociales inspiradas en el evangelio tienen el reto de “acompañar, servir, reflexionar, sensibilizar e influir”, algo que solo se puede hacer conectando las distintas respuestas de las instituciones.
Un red disidente, profética
Sebastián Mora ha invitado, entre los desafíos actuales, a hacer una reflexión de la “gestión del mundo digital” en las relaciones humanas. Un mundo en el que sobresale una “penumbra de injusticia global” que se traduce en la exclusión, la desigualdad (económica, de oportunidades o de “desigual reparto de ‘males’”), el desempoderamiento, el “expolio de la Casa Común” y el “abandono del derecho a la ‘cuidadanía’, una sociedad de los cuidados”.
La misión de Enlázate por la justicia, ha señalado, es “ser una red disidente desde su función profética y rebelde fidelidad hacia fuera y hacia dentro”. Mora propone que las entidades de Iglesia se introduzcan más en redes sociales para potenciar el diálogo social que propone el papa Francisco en ‘Fratelli tutti’. Por ello, ha propuesto crear propuestas sociales con una “innovación transformadora” más allá de cierto “egoísmo carismático”.