La religiosa comboniana española Alicia Vacas Moro recibió este lunes el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje 2021, que otorga el Departamento de Estado de Estados Unidos cada 8 de marzo con motivo del Día de la Mujer. Este galardón, existente desde hace 15 años, distingue a protagonistas femeninas de la lucha por la paz, la justicia y los derechos humanos, en ocasiones haciendo frente a graves peligros y grandes sacrificios.
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“Demuestra un gran coraje en las actividades que desarrolla para promocionar los derechos humanos, educar a los niños y empoderar a las mujeres. Sus esfuerzos son incansables para ayudar a los refugiados en una situación de inestabilidad política y en medio de increíbles riesgos”, celebró Patrick Connell, encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos ante la Santa Sede, que presentó la candidatura de la comboniana española. En la ceremonia de premiación, que se desarrolló de manera virtual debido a la pandemia, participó la primera dama, Jill Biden, y el Secretario de Estado, Antony Blinken.
Llamadas a defender la vida
“Estoy muy agradecida y emocionada, aunque mi vida no es diferente a la de mis hermanas combonianas y a las de tantas otras mujeres”, comentó Vacas Moro en un encuentro convocado por la Unión Internacional de las Superioras Generales (UISG), la organización que aglutina a cerca de 2.000 institutos religiosos femeninos a las que pertenecen 658.000 monjas de vida apostólica. Las consagradas, destacó, “estamos llamadas a defender la vida” y a estar “siempre en las fronteras”, donde la vida está más “amenazada, suprimida y marginada”.
Enfermera contra el Covid-19
“He conocido a muchas mujeres de coraje entre las refugiadas y las beduinas y, ¿cómo puedo recibir yo este premio en mis manos hoy? Hay un dicho africano que dice: ‘Yo soy porque nosotros somos’. Así que yo estoy aquí para honrar a todas aquellas mujeres de coraje que dan vida y esperanza al mundo con humildad y honestidad”, afirmó la religiosa española, que lleva años trabajando en Oriente Medio. “Querría hacer de puente y pasarle este premio a todas mis hermanas combonianas, a todas las religiosas y a todas las mujeres valientes y determinadas que nos hemos encontrado en nuestras vidas”.
Tras un período en Egipto ahora vive en Israel, donde atiende a refugiados y beduinos, especialmente a mujeres y niños. Enfermera de formación, durante los momentos más duros de la pandemia viajó al norte de Italia para atender a una comunidad de religiosas combonianas mayores en la ciudad de Bérgamo, el epicentro de la primera ola del coronavirus en el país europeo. 10 de las 55 hermanas que allí residían fallecieron a consecuencia del patógeno. “Los valores de Sor Alicia ejemplifican lo que es una mujer de coraje”, aseguró Connell, mientras que Patricia Murray, secretaria ejecutiva de la UISG, la consideró una representante de las monjas que sirven al pueblo “en contextos muy difíciles y exigentes”.
Las mujeres, constructoras de paz
“Miles de hermanas católicas dejan sus países para atender las necesidades de quienes están en los márgenes, para trabajar en aras de la paz y la reconciliación, colaborar con los otros y conseguir que la vida humana florezca”, destacó Murray. Vacas Moro trabaja para ofrecer “oportunidades educativas”, dando “pasos concretos” para construir “una sociedad más justa y pacífica, en la que no se olviden las necesidades de los más vulnerables”. La secretaria ejecutiva de la UISG la puso como ejemplo de cómo las mujeres son “excelentes constructoras de paz” y deseó que el galardón brinde más visibilidad a las “reparadoras” que hay en todas las comunidades.
Junto a la religiosa española recibieron el premio otras 13 féminas de diversos países. Blinken agradeció su valentía para lograr “un mundo más justo y libre”, mientras que la esposa de Biden las consideró “heroínas, pero también muy humanas”.