En este día de la Anunciación, la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia y los decanos de las Facultades de Derecho de la Universidad Católica Argentina expresaron su disidencia con la ley de aborto aprobada en diciembre, y reclamaron por los derechos constitucionales de los niños y las madres.
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En el mensaje, los miembros de la Comisión Episcopal, ratificaron los principios constitucionales y afirmaron que la vida del niño por nacer es única e irrepetible, y posee el derecho inalienable a vivirla, tal como lo afirma la ciencia biológica.
Los obispos aseguraron que la vida no nacida no podría subsistir, sin el cuidado de sus padres y familia, ya que se encuentran en un momento muy particular en cuanto a la vulnerabilidad de la existencia.
Asimismo, recordaron que la Constitución Nacional avala los derechos de la persona desde el seno materno, por lo que a todos nos toca, “individuos, familia y Estado cuidar y respetar la vida desde su concepción”.
Finalmente, expresaron: “Apoyados en estos principios de la ciencia y como cristianos, queremos seguir siendo anunciadores convencidos y gozosos del valor de la vida en todas sus etapas”.
Cultura de la vida
Por su lado, los Decanos de las Facultades de Derecho de las distintas sedes de la UCA, se manifestaron a través de una declaración titulada “Por la cultura de la vida y los niños por nacer”.
Recordaron, en primer lugar, la sanción de la ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo que reguló el derecho al aborto y que impuso la práctica en todo el territorio nacional, a partir del 30 de diciembre del 2020. Por eso, aseguraron que el recordatorio del “Día del Niño por Nacer” lo viven como un agravio a la cultura de la vida.
Por este motivo, los responsables de estas casas de estudio, respaldan y apoyan los numerosos planteos judiciales que se encuentran en los tribunales de las distintas provincias. Ellos mismos, antes de la sanción de la ley, advirtieron que este proyecto no superaba “el mínimo test de constitucionalidad, convencionalidad y congruencia legislativa dentro del derecho común”.
Sagrado derecho a la vida
Frente al “agravio al orden jurídico constitucional… que nunca fueron refutados más que con argumentaciones ideológicas”, los decanos reiteraron el compromiso con la cultura de la vida, desde las facultades, las cátedras, los tribunales, los medios de comunicación y las redes sociales, trabajando incansablemente con fidelidad y confianza por el sagrado derecho a la vida; de toda vida humana.
Ante las graves y manifiestas incompatibilidades con el orden constitucional, apelan también a dar testimonio de la verdad frente a una ley injusta, “con la Constitución en la mano”, por la derogación de la misma. Exigen que el orden jurídico proteja siempre al ser humano desde su concepción y hasta la muerte natural.
Advirtieron que no se trata de razones religiosas, morales, ni de convicciones personales. “Ellas existen, tienen una fuerte e inocultable presencia en nuestra sociedad y, sin duda, seguirán presentes en este debate inconcluso más allá de la sanción de la ley 27.610”. Pero, como facultades de Derecho, quieren situar los argumentos en el plano del orden jurídico vigente.
Finalmente, los decanos reafirmaron que “Se trata del derecho objetivo a la vida del niño y de la madre“, su tutela constitucional y convencional y de impedir el avasallamiento al orden jurídico federal. “Se trata de promover siempre la cultura de la vida, comenzando por la del niño por nacer”, dijeron.
