Andrés Vargas Peña, obispo de Xochimilco, en cuyo territorio eclesial se encuentran las delegaciones de Milpa Alta, Xochimilco y Tláhuac de la Ciudad de México, giró instrucciones a sus sacerdotes para brindar auxilio espiritual a las víctimas del accidente en la línea 12 del Metro de la Ciudad de México, y dejó ver la posibilidad de visitar el lugar de la tragedia.
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Alrededor de las 20:00 horas este lunes 3 de mayo, dos vagones de un tren se desplomaron tras colapsar una parte de la estructura elevada de esa línea que recorre más de 20 kilómetros en la Ciudad de México, lo que dejó un saldo 79 heridos y 23 personas fallecidas.
El accidente ocurrió cerca de la estación ‘Los Olivos’, en la zona de la alcaldía Tláhuac, por lo que el obispo Andrés Vargas Peña no sólo pidió oraciones por las víctimas del accidente, sino también pidió el apoyo de Cáritas Xochimilco y de su clero para llevar auxilio espiritual a los afectados.
“Ayudar en lo que nos sea posible”
“Que el Señor tenga piedad de ellos y les conceda la gracia del pronto restablecimiento y, por los que desafortunadamente han fallecido, para que el Padre de los cielos tenga piedad de sus almas y les conceda el descanso eterno”, dijo Vargas Peña a través de un comunicado publicado alrededor de la medianoche.
Vargas Peña expresó la solidaridad de la Iglesia “ante este acontecimiento tan doloroso, para ellos y para nuestra ciudad“, por lo que pidió a los sacerdotes diocesanos, cercanos a la zona y a los hospitales a donde trasladaron a los heridos, que “puedan darles los oportunos auxilios espirituales”.
Asimismo, precisó que en la medida en que se tenga mayor claridad sobre la tragedia, dará instrucciones para que la Pastoral de la Caridad, a través de Cáritas Diocesana, pueda ayudar en lo que sea posible.
El abrazo materno de la Iglesia
El obispo Vargas ofreció la misa de las 08:00 horas de este 4 de mayo por los difuntos, los heridos y sus familiares; además solicitó a los sacerdotes ofrecer tres misas por las víctimas del accidente.
Adelantó que en el momento “en que las circunstancias lo aconsejen, me acercaré al lugar del accidente para orar por quienes allí han perecido y manifestar a los deudos el abrazo materno de la Iglesia”.
Por su parte, la Arquidiócesis de México y la Conferencia del Episcopado Mexicano lamentaron la tragedia y pidieron por el eterno descanso de los fallecidos. Encomendaron a Santa María de Guadalupe a quienes resultaron lesionados.