De acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Investigación Pastoral “Miguel Alanís Cantú”, de la Arquidiócesis de Monterrey, hoy más que nunca es necesario involucrar de forma más activa a los laicos, hombres y mujeres, si realmente se quiere fortalecer la misión evangelizadora de la Iglesia.
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Al respecto, Patricia García Cedillo, integrante de dicho centro y quien colabora voluntariamente en el diseño y ejecución de los estudios e investigaciones que el Arzobispo de Monterrey solicita, conversó con Vida Nueva acerca de los resultados de una encuesta que tuvo como objetivo entender la perspectiva de las mujeres con respecto a la Iglesia Católica, especialmente en esa circunscripción eclesial.
Una Iglesia que se mueve lenta
Fue el arzobispo Rogelio Cabrera López quien solicitó elaborar el estudio a fin de conocer a profundidad el pensar y sentir de las mujeres. Para ello se tuvieron 12 sesiones, cada una con tres personas con intereses similares: consagradas a la vida religiosa; cercanas a la Iglesia y pertenecientes a grupos apostólicos, y lejanas a la Iglesia, que tuvieron alguna relación con la institución, pero que actualmente no son practicantes.
Para cada grupo -explicó Patricia García- se consideraron mujeres entre 18 y 70 años de edad. “El estudio nos arrojó una gran cantidad de información. Algunos de los hallazgos más relevantes son que se percibe una Iglesia con intención de cambiar y adaptarse a los tiempos modernos, principalmente desde la llegada del papa Francisco; sin embargo, es “lenta para moverse y ejecutar los ajustes necesarios”.
Otro dato interesante es que perciben una Iglesia fragmentada, principalmente por los casos de pederastia, y una falta de claridad alrededor de temas relevantes, tales como la homosexualidad, el divorcio y el aborto, entre otros.
“Se percibe que esto ha generado que el número de feligreses disminuya constantemente”, dijo.
Aspectos positivos
Algo que valoraron las mujeres encuestadas es la implementación de medios digitales para mantener el contacto con la feligresía, principalmente en tiempos de pandemia.
“Se percibe una mayor participación de mujeres; sin embargo, no necesariamente en roles prioritarios; falta dignificar y reconocer su participación”, explicó.
Asimismo, se identifica la necesidad de incorporar sacerdotes jóvenes con nuevas y frescas ideas para atraer a más jóvenes, orientándolos sobre los temas que les preocupan.
El Centro de Investigación Pastoral tiene planeada la realización de una nueva encuesta. “El siguiente paso, sobre el mismo tema de las mujeres, es realizar un estudio cuantitativo que nos permita medir los resultados de la fase cualitativa y entender el tamaño e impacto de cada una de las variables identificadas”.