Dante Braida, titular de la diócesis de La Rioja, difundió un mensaje que dirigió a la comunidad frente a los últimos sucesos de confrontación que se vivieron en la provincia.
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Quiso compartir con sus coterráneos algunas reflexiones que ayuden al diálogo y a crecer en corresponsabilidad. Mencionó las dificultades para encontrar, durante este tiempo de pandemia, un equilibrio entre quedarse en casa para cuidarse y la necesidad de trabajar para mantenerse económicamente.
Dijo que el problema no es fácil de resolver. Requiere de una apertura y de la comprensión de todos: ponerse en el lugar del otro, tanto del que está más afectado por la enfermedad, como de quien no puede llevar adelante sus actividades laborales.
Por tal motivo, Braida señaló que “es indispensable estar abiertos al diálogo y a la búsqueda en común de una solución adecuada”. Este intercambio se debe dar no sólo en la familia y en los ámbitos cotidianos y frecuentes, sino también entre las autoridades y los distintos sectores sociales para anticiparse a los problemas.
“Estamos convencidos que, de la escucha de todos, pueden salir soluciones superadoras. Más que nunca se requiere del diálogo de todos los sectores de la sociedad para consensuar medidas que tengan en cuenta la dignidad de la persona y el bien de todos”, expresó el obispo, recordando las palabras del papa Francisco que dijo que “el diálogo ayuda discretamente al mundo a vivir mejor, mucho más de lo que podamos darnos cuenta…” (FT, 190).
Opciones valientes
El titular riojano destacó que la confrontación y la búsqueda del interés propio aprovechando las circunstancias no lleva a ningún lado sino se antepone el bien de toda la población.
“Es hora de opciones valientes por el bien común, de dejar de lado intereses particulares y ocuparnos del bien de toda la comunidad”, enfatizó el obispo. Y aseguró que todos son corresponsables en La Rioja para construir, artesanalmente, la paz social en la provincia
Ya en la homilía reciente de Pentecostés, Braida había lanzado este desafío de la “arquitectura de la paz”. Pidió intentar y crecer en este sentido para lograr que, a pesar de este momento doloroso, surjan nuevos caminos que contribuyan a resolver los problemas sociales que aquejan al desarrollo integral de todos.
“Esta es nuestra hora, nuestro tiempo. El Espíritu Santo suscita en cada uno ideas y propuestas para enfrentar todo desafío. Dejémonos guiar por él y caminemos juntos”, exhortó el obispo de La Rioja.