El papa Francisco pone coto a los mandatos interminables en las asociaciones internacionales de fieles. A partir de ahora, los elegidos para liderar los movimientos podrán estar diez años seguidos al frente en dos períodos de cinco años. Es decir, cada lustro deberán elegirse nuevos líderes. De esta regulación solo se pueden escapar –”debido a su papel clave”– los fundadores, a los que el Vaticano les permitirá seguir con una dispensa, que tendrá que ser siempre aprobada por Roma.
- ?️ El PODCAST de VIDA NUEVA: La Iglesia alemana, en cuarentena
- ¿Quieres recibir gratis por WhatsApp las mejores noticias de Vida Nueva? Pincha aquí
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
El Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida ha hecho público hoy un decreto por el que se regulan estas asociaciones –tales como los Focolares, el Camino Neocuatecumenal, CVX, El Arca, Comunión y Liberación o la Comunidad de Sant’Egidio entre otras– para evitar abusos de autoridad, mal gobierno, el culto al líder y animar el relevo generacional. En total, esta medida afecta a 109 grupos en todo el mundo.
Esto no afecta a las asociaciones diocesanas; eso sí, los obispos tienen ahora negro sobre blanco una norma vaticana que pueden copiar. Tampoco se regirán por estas normas las asociaciones clericales, los institutos de vida consagrada o las sociedades de vida apostólica.
Todos los miembros con voto
De la misma manera, el Dicasterio capitaneado por el cardenal Kevin Farrell exige ahora que todos los miembros de la asociación tengan voto, de forma directa o indirecta, en las elecciones a los órganos de gobierno.
Según la explicación del ‘ministerio’ de laicos, estas normas de obligado cumplimiento –que entrarán en vigor dentro de tres meses– son necesarias para acabar con “la personalización, la centralización y las expresiones de autorreferencialidad que pueden causar fácilmente violaciones serias de la dignidad y la libertad personal, e incluso abusos reales”. De este modo, el Vaticano obliga a los líderes que ya han cumplido diez años al mando de un movimiento a convocar elecciones en el plazo de dos años.