“Hemos venido a orar juntos con nuestros hermanos de las distintas confesiones de Chile para pedir que se ilumine a estos hermanos y hermanas nuestras que han sido elegidos como convencionales” dijo a la prensa el obispo de San Bernardo e integrante del Comité Permanente del Episcopado, Juan Ignacio González, al salir del Palacio de La Moneda.
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Agregó que esta oración a Dios pide “que guíe a todos estos hermanos nuestros que hoy día, en un rato más, van a iniciar este trabajo, que es el más importante que la patria le puede pedir a sus ciudadanos. Que el Señor bendiga a todos los convencionales, que el Señor les de sabiduría, justicia y equidad y sobre todo que tengan presente a la gente más necesitada y más pobre, a las realidades diversas de nuestra patria, a los inmigrantes, a nuestros pueblos originarios y particularmente las tradiciones que hemos recibido de nuestros antepasados, los fundadores de esta República”, dijo González.
Oración de los fieles
El acto, realizado a las 9 de la mañana del domingo, fue organizado por la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos del gobierno de Chile y participaron líderes de varias confesiones, algunos de manera presencial y otros vía telemática.
Una semana antes el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile había aprobado y difundido un texto para agregar a la oración de los fieles del domingo 4 de julio, día previsto para la ceremonia de inicio de la Convención Constitucional que reúne a 155 integrantes elegidos por votación popular en mayo pasado quienes tienen la tarea de elaborar en el plazo máximo de un año, una propuesta de Constitución para el país, la que será plebiscitada.
Este acuerdo del Comité Permanente respondió a una propuesta de la Comisión Nacional Justicia y Paz, a partir de la solicitud realizada por algunos integrantes de la Convención.
A comienzos de abril pasado también el Comité Permanente hizo público el documento “Principios y valores de la enseñanza social de la Iglesia en vista a una nueva Constitución”. En su introducción los obispos dicen que este texto lo entregan “con la finalidad de ofrecer elementos de discernimiento, tanto a quienes buscan representar al pueblo chileno en la elaboración de una nueva constitución, como a los ciudadanos que les elegirán y a todas las personas de buena voluntad. La Iglesia ofrece en su enseñanza social el tesoro de sabiduría y de humanidad que ha recibido de Jesucristo, y lo ofrece a creyentes y no creyentes con la convicción de que estas enseñanzas iluminan las problemáticas sociales con la luz de Dios”.
Una ceremonia histórica
La ceremonia de instalación de la Convención Constituyente se inició pasadas las 12, con dos horas de retraso debido a manifestaciones en las calles aledañas con violentos enfrentamientos entre carabineros y manifestantes, algunos de ellos integrantes de la Convención. Esto provocó tensiones internas cuando la ceremonia estaba iniciándose y debió ser suspendida, lo que dio lugar las primeras gestiones y conversaciones directas entre los constituyentes.
Una vez reiniciada y realizados los primeros actos protocolares tuvo lugar la elección de quien la presidiría, resultando electa Elisa Loncón, representante del pueblo mapuche de 59 años, profesora de inglés con Magister obtenidos en las Universidades de Regina (Canadá), Autónoma Metropolitana de Iztapalapa, de México, y con doctorados en Humanidades por la Universidad de Leiden (Holanda) y en Literatura por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Como vicepresidente fue electo Jaime Bassa, abogado constitucionalista de 45 años, doctor en Derecho de la Universidad de Barcelona y actual director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.
La ceremonia se prolongó por 8 horas con momentos emotivos como cuando fueron electos sus directivos, aunque el de mayor expresividad fue el prolongado aplauso con todos los constituyentes de pie en agradecimiento a la secretaria del Tribunal Calificador de Elecciones, Carmen Gloria Valladares, quien actuó como ministro de fe y presidió el inicio de la ceremonia hasta la elección de Elisa Loncón como presidenta. En ese breve período, enfrentó duras expresiones de algunas constituyentes que pedía suspender el acto debido a la represión que ocurría en el exterior por parte de la policía. Su firmeza y serenidad consiguió imponer la calma, adoptar las medidas necesarias y recuperar el ambiente propicio para una ceremonia histórica para el país.
