El obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, da un paso al frente y se suma a la petición de la ciudadanía y de las administraciones locales para reclamar que el área de Navalacruz, afectada por el cuarto incendio más voraz en la historia de España, sea declarado zona catastrófica por parte del Gobierno.
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“Necesitamos y reclamamos la ayuda de las administraciones de esta zona que es catastrófica”, expone el pastor a través de un vídeo mensaje en el que subraya que sin las ayudas correspondientes “no podemos salir adelante” frente a los que califica como un incendio “tremendo y grave”.
Igualdad de trato
Ante las más de 20.000 hectáreas calcinadas y cuantiosos daños materiales, Gil Tamayo suplica: “Reclamamos esa igualdad de trato sin diferencias territoriales para nuestra tierra afectada tan gravemente por este incendio”.
“Ha sido lo suficientemente grave”, insiste el obispo, por lo que apunta que “no se puede sacar rédito ni político ni partidario de este asunto”. Por ello, insta a toda la comunidad a “aunar esfuerzos sin intereses particularistas ni partidarios”.
Recuperar la vida
En su vídeo mensaje, Gil Tamayo subraya la necesidad de actuar con urgencia para “ayudar sobre todo a las personas que poseen estos bienes y que se han visto afectados”, especialmente para “recuperar cuanto antes el medio ambiente afectado, nuestros montes, nuestros campos, una alimentación necesaria a nuestros ganados”.
De la misma manera, agradece la labor realidad por los “más de mil operarios de la lucha contra incendios que por medios terrestres y aéreos han logrado sofocar el fuego”, así como a los voluntarios, a los vecinos y a las instituciones que han cooperado. “Ahora toca lo más importante: este esfuerzo que ha puesto el valor el gran alma de las buenas gentes de Ávila, este gran esfuerzo de tantas y tantas personas en lo que es más difícil: la recuperación”, insiste el prelado.