Argentina: nace el área de la pastoral de la mujer en La Rioja

El área espera brindar un espacio de escucha, diálogo y decisión de la mujer dentro de la pastoral diocesana

Argentina: nace el área de la pastoral de la mujer en La Rioja

La diócesis de La Rioja (Argentina) conformó un equipo que se ocupará de atender el área de la mujer dentro de la pastoral diocesana, en sintonía con la propuesta de la Comisión Episcopal de Vida, Laicos y Familia de la Conferencia Episcopal Argentina, que viene recorriendo este camino desde el 2017.



Vida Nueva dialogó el obispo diocesano, Dante Braida, y con la Hna. Silvia Somaré, ecj, miembro del equipo pastoral. Nos dieron a conocer los motivos que impulsaron esta iniciativa y el camino que emprenderán siendo una diócesis pionera en esta pastoral.

“Empezamos a andar”

Braida comentó que para la conformación de esta pastoral, primero se planteó en el Consejo Presbiteral y luego se dialogó con el Consejo Pastoral. El mismo empezó a convocar a algunas mujeres que habían manifestado interés en el tema. Encomendó la tarea de coordinación del espacio y de comunicación a Marisol Maldonado, y sumó a la hermana Silvia Somaré como asesora y otras mujeres, tanto de la ciudad capital como del interior de la provincia.

La hermana Silvia recordó que, en octubre de 2020, el papa Francisco en la intención de oración había pedido que las mujeres participen de las instancias de responsabilidad de la Iglesia, y el obispo Dante se encolumnó detrás de esta iniciativa. Comentó que les dio amplia libertad para trabajar y que les pidió que se dejaran llevar por el Espíritu.

Por las restricciones sanitarias, el equipo no se conoce personalmente todavía. Pero las plataformas virtuales fueron el primer puente. En palabras del Beato Angelelli, empezamos a andar. “Hoy estamos así, cuando demos más pasos en cuanto a identidad y misión incorporaremos más mujeres y varones”, resaltó la hermana.

Líneas pastorales

En cuanto a las líneas de acción que se establecieron para atender el área, Braida especificó que se busca brindar un espacio para generar un diálogo y compartir la realidad que viven, reconociendo su lugar propio de participación en la iglesia y la sociedad.

Inicialmente, se van a crear mesas de encuentro por zonas de la diócesis con mujeres que tienen distintas responsabilidades para propiciar la escucha y tomar nota del valioso aporte que hacen en sus lugares y para conocer las necesidades. Desde allí, se irán gestando líneas de acción más concretas. En esta etapa, se va visibilizando el espacio en los mismo ámbitos eclesiales.

La religiosa destacó que establecieron un marco doctrinal, rezaron mucho y después de mucha reunión y reflexión, trazaron la visión como discípulas misioneras para reconocer el rol propio de participación. La misión quiere ser un camino sinodal con sentir fraterno; un mirar, escuchar y reconocer a la mujer, proponiendo transformaciones concretas que vayan enriqueciendo a la Iglesia con los propios dones; generar el encuentro, superando barrerasQueremos que el área sea respuesta, no propuesta”, expresó.

Mujeres, ayer y hoy

Sobre la falta de atención a grupo específico en la Iglesia, la religiosa cree que en este ámbito se ha escrito y hablado mucho, pero se ha escuchado y hecho poco, y que deben responder por ello especialmente los que están en las áreas de decisión.

La iglesia al poner la atención en el tema de la mujer está volviendo a su esencia. No es una mera idea de los hombres, estoy convencida que es el Espíritu Santo que empuja y no se cansa de inspirar”. Aseveró que el tema de la mujer “se impone por sí mismo, es la mitad del mundo, es sinónimo de vida, de cercanía, de puente. La Iglesia es engendrada por mujeres”. Se  refleja en María, su Madre, y en las mujeres que acompañaron a Jesús a quienes envió a anunciarlo. “Después, la Iglesia al copiar la organización de las monarquías, por siglos relegó su historia y su esencia”.

En cuanto a los nuevos escenarios, la mujer es llamada en la Iglesia a tener espacios de pensamientos, de decisión, de escucha y de visibilización para la acción sólida y decidida en el ámbito de la mujer. Esto se aplica a todos los escenarios.

En la Iglesia argentina

El obispo riojano no sabe con exactitud  en cuantas diócesis hay áreas específicas de las mujeres, pero si hay muchos espacios de pastoreo femeninos en todas las diócesis (Cáritas es un ejemplo de eso). No cree que esto surja por casualidad. “Además del Espíritu Santo, hay fieles que le obedecen y una tierra en donde germina porque fue cultivada antes. La Rioja es tierra santa, regada por sangre mártir, de un obispo que fue mártir de los decretos del Vaticano II, Angelelli fue un avanzado para su época. Probablemente ese avance es lo que ahora se recoge y se resiembra“.

Como pastor de esta iglesia particular, espera que haya una adecuada valoración de la presencia de la mujer en todos los ámbitos eclesiales y que ellas puedan estar presente en todos los ámbitos pastorales, participando en la toma de decisiones. Por otra parte, anhela que se puedan detectar, acompañar situaciones muy dramáticas de  violencia, y lograr cambios que ayuden a revertir esa realidad.

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