Durante la audiencia general que presidió este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano, el papa Francisco advirtió a los católicos que se alejan de la “religiosidad rígida”, que “quita esa libertad en el Espíritu que nos da la redención de Cristo”, y les invitó a no escuchar las propuestas “fundamentalistas” que “nos llevan hacia atrás en nuestra vida espiritual”.
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En una nueva catequesis sobre la Carta a los Gálatas del apóstol Pablo, el Pontífice habló del riesgo de caer en el formalismo y olvidarse de la novedad que supone la resurrección de Cristo. “El intento de Pablo es poner en un aprieto a los cristianos para que se den cuenta de lo que hay en juego y no se dejen encantar por la voz de las sirenas que quieren llevarlos a una religiosidad basada únicamente en la observancia escrupulosa de preceptos”, comentó el obispo de Roma.
Tras invitar a los fieles a que se pregunten cómo viven la fe, si están “apegados al tesoro valioso de la novedad de Cristo” o sienten un “vacío dentro”, denunció cómo los atractivos efímeros “llaman a menudo a la puerta de nuestras jornadas”, aunque al final no son más que “una triste ilusión que nos hace caer en la superficialidad e impide discernir sobre qué vale la pena vivir realmente”.
Contra la “religiosidad rígida”
Como les ocurrió a los gálatas, también hoy hay quienes afirman que la santidad “está en estos preceptos, en estas cosas”, y plantean una “religiosidad rígida”. El Papa aconsejó tener “cuidado” ante estas personas porque “detrás de toda rigidez hay algo feo, no está el Espíritu Santo”, e invitó a pedir a Dios “la sabiduría de darnos cuenta siempre de esta realidad y de echar a los fundamentalistas que nos proponen una vida de ascesis artificial, lejos de la resurrección de Cristo”.
En su saludo en las distintas lenguas al finalizar su catequesis, Francisco recordó que hoy se celebra la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, y el inicio del Tiempo de la Creación, que finalizará el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís. “Este año el tema es: ‘¿Una casa para todos? Renovando el Oikos de Dios’. Con el patriarca ecuménico Bartolomé y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, hemos preparado un mensaje que se publicará en los próximos días”, anunció. “Junto con los hermanos y hermanas de las distintas confesiones cristianas, recemos y trabajemos por nuestra casa común en estos tiempos de grave crisis planetaria”.
