Con un 77,3% de votos favorables y un 22,7% contrarios, la población de San Marino, mayoritariamente católica, aprobó este domingo la legalización del aborto en un referéndum vinculante, que obliga al Gobierno de esta pequeña república de alrededor de 34.000 habitantes situada en la Península Itálica a reformar la ley de 1865 que castiga la interrupción voluntaria del embarazo. Esta normativa prohibe abortar incluso en caso de violación, malformación del feto o peligro de vida para la madre, a la que pueden caerle entre seis meses y tres años de cárcel. Quien le ayuda es condenado con hasta seis años de prisión.
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Promovida por el grupo feminista Unión de las Mujeres de San Marino tras 18 años de intentos para cambiar la citada normativa, la consulta popular borra a esta minúscula nación de la lista de países europeos que no permiten el aborto o le restringen fuertemente, entre los que queda el Estado de la Ciudad del Vaticano, Malta, Andorra, Liechtenstein y Polonia. Según la pregunta planteada en el referéndum, la nueva ley debe permitir la interrupción voluntaria en las primeras 12 semanas de embarazo y también más adelante, siempre que haya peligro físico o psicólogo para la madre o en caso de malformaciones en el feto.
El resultado del referéndum supone un revés para la Iglesia católica local, que había hecho campaña a favor del ‘no’. El obispo de San Marino, Andrea Turazzi, aseguró que la comunidad cristiana estaba “decididamente en contra” de la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. “Para nosotros es inconcebible que una madre recurra al aborto por problemas económicos”, comentó en los medios vaticanos, subrayando además la necesidad de sostener a las mujeres embarazadas en dificultad para que se sientan respaldadas y tengan a sus bebés.
“El Evangelio de la vida”
Tras una campaña en la que las calles de San Marino se llenaron de imágenes de grupos antiabortistas en las que mostraban fetos recubiertos de sangre o jóvenes con síndrome de Down, el obispo Turazzi refrendó su compromiso para dar testimonio “del Evangelio de la vida” y a favor de “una cultura y una política favorable a la familia”. “Buscaremos amigos para reorganizar la esperanza”, aseguró.
La responsable de Interior del Gobierno de San Marino, Elena Tonnini, consideró que el resultado del referéndum refleja que los ciudadanos tienen “las ideas muy claras” y mandan un “mensaje fuerte” a las autoridades políticas para que desarrollen una ley que permita el aborto. “El Parlamento ahora está llamado a legislar y nuestros auspicio es que se elabore cuanto antes un proyecto de ley que recoja” la cuestión planteada por la consulta”, comentó Tonnini.