Venezuela celebra 157 años del natalicio de su primer laico beato, José Gregorio Hernández, y con ello su primera fiesta litúrgica.
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Cuando fue llevado a las altares el 30 de abril de 2021, el cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de Caracas, aseguró que solicitaron a la Congregación para el Culto Divino establecer el memorial del beato para el 26 de octubre.
Hoy, en medio de una crisis sin precedentes, la feligresía conmemora a Goyo como el venezolano ejemplar, en tiempos donde la desesperanza impera.
Por ello, la Conferencia de Obispos recuerda que “los venezolanos hoy acudimos con especial fervor al Médico de los pobres, para pedir su intercesión por el bienestar y la salud de nuestro país en tiempos de incertidumbre”.
Perfil de José Gregorio
Cabe recordar que José Gregorio fue médico, científico y profesor. El papa Francisco lo nombró copatrono del Ciclo de Estudios en Ciencias de la Paz de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma
“Laico ejemplar, modelo de valores cristianos y hombre con ardor apostólico, velando siempre por el bienestar del prójimo”, así han dicho desde el episcopado.
Nació en Isnotú, estado de Trujillo, en 1864. Hijo Benigno Hernández y Josefa Cisneros de Hernández, quienes le inculcaron valores cristianos desde pequeño.
Estudió medicina en la Universidad Central de Venezuela. Siempre estuvo al servicio de los desfavorecidos desde el ejercicio del laicado y de su profesión, por eso ganó el título del Médico de los pobres.
Fue un humanista carta cabal: era un hombre bondadoso, lleno de talentos; tocaba piano, violín, le gustaba bailar, aprendió 7 idiomas y a coser su propia ropa. Estudió en Europa, en Francia y Alemania.
Fallece en la ciudad de Caracas el 29 de julio de 1919, luego de ser atropellado por un automóvil. Su causa fue abierta en 1949 por el entonces arzobispo de Caracas, Lucas Guillermo Castillo.
Foto: CEV
