Fundación Aliados por la Integración cumple en este 2021 cuatro lustros de vida. Veinte años que han servido para consolidar el modelo de esta entidad sin ánimo de lucro, que apostó desde sus inicios por generar oportunidades para quienes más las necesitan pero con una clara premisa: la atención y el cuidado de las personas a través de la prestación de servicios que generen los recursos necesarios para cumplir sus fines fundacionales y sin depender de donaciones externas o subvenciones públicas.
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Hoy, veinte años después de aquellos primeros pasos, Aliados por la Integración renueva su compromiso, aún con más ahínco, para fortalecer los puentes que hagan posible que personas en situación de vulnerabilidad encuentren el camino hacia la estabilidad socio laboral. En este sentido, Almudena Fontecha, presidenta de la entidad, incide en que “el impacto del desempleo causado por el Covid-19 es asimétrico, de tal manera que se agrava aún más en el caso de las personas vulnerables, como personas con discapacidad, jóvenes con fracaso escolar, parados de larga duración, mujeres en situación de riesgo o inmigrantes, entre otras”. Por este motivo, hoy más que nunca adquiere importancia vital el proyecto que Aliados por la Integración despliega en torno a tres dimensiones diferenciadas pero sin duda complementarias: impulsar un modelo propio de calidad en la atención y cuidado de las personas, generar oportunidades laborales para quienes más las necesitan a través de la prestación de esos servicios y promover un proyecto de inclusión social con enfoque holístico para garantizar la igualdad de oportunidades.
Atención y cuidado de las personas
Tal y como establecen sus estatutos de manera preferente, sus fines son la atención, asistencia social y sanitaria de personas de la tercera edad, menores, personas con discapacidad, mujeres víctimas de violencia de género y, en general, todos aquellas personas en situación de exclusión o desamparo por cualquier circunstancia personal y/o social.
Desde sus inicios, los responsables de la entidad entendieron que la mejor forma de cumplir con estos fines fundacionales implicaba generar los recursos necesarios para evitar, de este modo, depender de donaciones externas o subvenciones públicas. Así, bien de manera directa o a través de la participación en empresas, Aliados por la Integración presta hoy servicios sociales en seis ámbitos de actuación: cuidado de personas mayores, servicios socioeducativos a niños en etapa infantil, centros de menores, atención a víctimas y grupos vulnerables, atención a las personas con discapacidad y servicios a Instituciones y congregaciones religiosas. Precisamente, la Fundación destaca por un constante crecimiento de su Área de Instituciones Religiosas, desde la que presta sus servicios en la actualidad en 97 centros, con una atención diaria de más de 2.000 usuarios, y desde la que colabora con 60 instituciones religiosas, entre Obispados y congregaciones. Cifras que la sitúan como referencia del sector en España.
La eficiente gestión de los servicios, desarrollada por experimentados equipos profesionales, ha permitido garantizar la solvencia de la entidad para cumplir sus fines e incluso resistir mejor las consecuencias provocadas por la pandemia. “El buen trabajo desplegado durante tantos años y el desarrollo de la prestación de servicios desde un prisma siempre social pero profesional, nos ha ayudado a superar esta difícil etapa y estamos dando los pasos necesarios para seguir creciendo y ayudando a más personas”, explica Almudena Fontecha.
Generar oportunidades laborales
Al gestionar directamente la prestación de los servicios, Fundación Aliados por la Integración adquiere la capacidad de generar oportunidades laborales y contratar para su desempeño a personas en situación de vulnerabilidad.
Con este objetivo ha firmado convenios con varias entidades de carácter social, como Cruz Roja Española, Asociación de Víctimas del Terrorismo, Asociación de Personas Sordas de Madrid, Accem o el programa Incorpora de La Caixa, que se encargan de facilitar perfiles de profesionales para las ofertas laborales. Además, la propia entidad impulsa distintos procesos de selección a través de su página web, a los que pueden inscribirse todas las personas interesadas, “aunque siempre damos prioridad a aquellos perfiles que, por unas y otras circunstancias, pueden tenerlo más difícil para acceder al mercado laboral”, indica Fontecha.
Amplio proyecto social
Parte de los recursos obtenidos por la gestión de estos servicios se reinvierten además en el desarrollo de distintos proyectos sociales. Así se completa el círculo. En este ámbito destacan iniciativas de sensibilización, como la participación en el Concurso Internacional de Fotografía ‘Las personas con discapacidad en la vida cotidiana’ impulsado por el INICO de la Universidad de Salamanca, o la organización de los Premios de Periodismo contra la Violencia de Género, que alcanzan en este 2021 su sexta edición.
También se promueven actividades vinculadas al deporte y, desde hace más de 18 años, Aliados por la Integración es el patrocinador principal del equipo de Baloncesto en Silla de Ruedas de Valladolid. Y, por último, se apoyan causas solidarias tan importantes como las desarrolladas por el Banco de Alimentos o los proyectos internacionales que despliegan las congregaciones religiosas con las que colabora la entidad. Solo en 2020, desde Fundación Aliados por la Integración se destinó un total de 235.807 euros para el desarrollo de proyectos sociales vinculados a personas en situación de vulnerabilidad de cuatro continentes (África, América, Asia y Europa).
Con todo ello, y tras la etapa más dura de la pandemia, Aliados por la Integración redobla hoy sus esfuerzos para ofrecer más oportunidades laborales a las personas en situación de riesgo y exclusión.
