“El reciente congelamiento de precios de más de mil cuatrocientos productos, lejos de reducir la inflación lo que logra es enviar señales contradictorias al sector privado”. Así se expresaba la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) ante el control que desarrolla el gobierno para frenar la escalada de precios en los productos.
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En un marco de crisis económica, los empresarios entienden que, desde el gobierno, se pretende solucionar el problema de la inflación con una receta equivocada. Creen que estas decisiones demoran las inversiones que son necesarias para producir un incremento de ellas, aumentar la oferta de productos y generar empleos y riqueza en beneficio de la gente.
Para ACDE, además de equivocada, estas medidas oficiales vulneran principios de la Doctrina Social de la Iglesia ya que impiden que la actividad económica esté al servicio de la sociedad, “niega la libertad de la persona en el campo económico, y menosprecia la importancia del libre mercado para garantizar la provisión de bienes y servicios”.
Crítica y pedido
Los dirigentes de empresa afirman que esta decisión no atenuará el índice de precios al consumidor, que desde enero del año pasado acumula más del 100% de aumento.
Además, anticipan nuevos focos de conflictos: “será nociva en términos de litigiosidad, abastecimiento de productos, equilibrio entre canales de comercialización y aumento del gasto para controlar su cumplimiento, fomentará la creación de mercados negros y la evasión impositiva”.
Convocaron al empresariado y a los responsables de los canales de comercialización a evitar la remarcación de precios preventiva, ya que se trata de una práctica que anticipa y acelera la inflación.
Finalmente, en el comunicado ACDE sostiene: “Es momento de aunar esfuerzos y pensar desde ambos lados (gobierno y empresas) en cómo estabilizar las variables macroeconómicas de nuestra economía de una manera seria y sustentable, tomando como ejemplo las medidas que funcionan en otros países”.
