En el marco del 60° aniversario de la diócesis de
Río Gallegos, se realizó, el viernes pasado, este evento después de intensos trabajos para
poner en valor, tanto la capilla como el teatro del obispado.
El acto se inició con una ceremonia religiosa, presidida por el obispo Jorge García Cuerva y concelebrada por los sacerdotes diocesanos. Dio gracias a Dios por lo que estos espacios significan para la comunidad. Durante la misa, indicó que estas dos obras de arquitectura tienen sus cimientos, y sobre ellos quieren sostenerse.
Evangelizadores audaces
Evocó la memoria agradecida para reconocer las raíces de las que viene la fuerza para crecer, florecer y fructificar. “No podemos construir nuestra vida sin raíces… Somos herederos de evangelizadores audaces que anunciaron el Evangelio en nuestras tierras con creatividad y pasión. Damos gracias a Dios por todos ellos, por los misioneros salesianos y las Hijas de María Auxiliadora, por tantos, sacerdotes, religiosos y diocesanos, por todas las comunidades de religiosos y religiosas que se fueron sumando al trabajo pastoral a lo largo de los años”, expresó el prelado.
Recordó a los laicos entusiastas y entregados y al pueblo de Dios, testigo de Cristo en ese territorio. Y mencionó y agradeció especialmente a los pastores de esta comunidad: a su primer obispo: Mauricio Magliano, y sus sucesores, Miguel Ángel Alemán, Alejandro Buccolini, Juan Carlos Romanín y Miguel Ángel D’Annibale.
Cultura del trabajo y del esfuerzo
“Cada uno de ellos entregó su vida por esta Iglesia diocesana, con sus luces y con sus sombras, pero con un compromiso y un gran amor por su pueblo. Hacer memoria agradecida es también mirar la historia sin apasionamientos que nublen la verdad y sin ideología…”, señaló el obispo.
Pidió a Dios que las generaciones futuras comprendan que hicieron lo que pudieron, con aciertos, muchos errores, pero que intentaron ser buena gente y construir entre todos una sociedad más justa y más fraterna.
El titular de Río Gallegos indicó que esta obra está sostenida por otro cimiento: la cultura del trabajo y del esfuerzo. Muchos pusieron lo mejor de sí para aportar a esta obra. Recursos económicos, esfuerzo cotidiano, profesionalismo, tiempo, dedicación.
Luego, el obispo bendijo las instalaciones y a los presentes, entre los que se encontraban distintas autoridades de la provincia.
Teatro “Miguel Ángel D’Annibale”
El 14 de abril del pasado falleció quien fuera el quinto obispo de la
diócesis patagónica,
Miguel Ángel D’Annibale, después de atravesar una delicada enfermedad, durante casi una década.
En homenaje a su persona y en reconocimiento a su tarea pastoral, se puso su nombre al teatro refaccionado recientemente. García Cuerva, en diálogo con los medios, destacó la personalidad de Miguel Ángel: “Fue un hombre muy entregado, de un corazón muy noble”. No faltaron las anécdotas y recuerdos sobre sus pasos por el ancho territorio de la diócesis, donde compartía con las comunidades la alegría del encuentro en la fe.
Durante el acto se recordaron algunas de sus palabras y sus actividades. Su hermana, presente para honrar su memoria, indicó: “Es un momento de mucha emoción, es un dolor enorme perderlo, pero también siento el agradecimiento y la alegría por el reconocimiento y el afecto que nos acercaron y nos siguen acercando siempre. Diría que es una alegría dolorosa”.
Las obras
El público pudo apreciar la importancia de las obras realizadas en el obispado, ya que no se habían realizado ningún tipo de refacciones desde su fundación, hace más de 50 años. Esto implicó adecuar las instalaciones a las normativas de seguridad vigentes y que exige cualquier tipo de espacio con estas características.
Luego de develar la placa se proyectó un video con todos los trabajos realizados durante la obra de refacción.
“Volvemos a apostar por dar participación a toda la comunidad, celebrar la vida, darle gracias a Dios por lo que es la capilla y celebrar el arte, y que niños, jóvenes y adultos a través del arte puedan desplegarse en ese escenario. Bienvenidos todos, esta es la casa de todos”, aseveró el obispo García Cuerva.
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