El papa Francisco concluyó este miércoles su ciclo de catequesis sobre la Carta a los Gálatas de san Pablo durante la audiencia general que presidió en el Aula Pablo VI del Vaticano, en la que advirtió que los fieles siempre tienen “la tentación” de “volver atrás”. “Una buena definición de los cristianos que está en la Escritura dice que no somos gente que va hacia atrás”, dijo el Pontífice, invitando a no retroceder “para sentirse más seguros” y “regresar a la Ley” y olvidarse de “la vida nueva del Espíritu”.
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Al recordar las enseñanzas del apóstol Pablo, Jorge Mario Bergoglio recordó que los católicos “no podemos permitirnos ningún cansancio en hacer el bien”, por lo que deben confiar en el Espíritu Santo, que “siempre viene en ayuda de nuestras debilidades y nos concede el apoyo que necesitamos”. Por ello animó a aprender “a invocar más a menudo al Espíritu Santo. Podemos hacerlo con palabras sencillas, en los diferentes momentos del día”. La clave, subrayó, está en decir a menudo “Ven, Espíritu Santo”, durante las oraciones.
Tras celebrar la capacidad de san Pablo para “dar voz al silencio de Dios” y desarrollar su misión pastoral en medio de una comunidad “perdida y confusa” gracias a sus métodos diferentes, que incluían “la ironía, el rigor y la mansedumbre”, celebró cómo el apóstol “no minimizó las consecuencias” que conlleva la libertad cristiana. “Reafirmó a los creyentes con parresía, es decir, con valentía, que la libertad no equivale para nada al libertinaje ni conduce a formas de autosuficiencia presuntuosa”, dijo el Papa.
Una foto símbolo de la emigración
Al final de la audiencia, Francisco recibió una conmovedora fotografía que el reportero gráfico español Manuel Ferrol tomó en el puerto de La Coruña en 1957 de un padre y su hijo antes de embarcar hacia Argentina. La imagen, que forma parte del reportaje ‘Emigración’ y se la entregó al Papa Patricia, la hija del citado fotógrafo, se corresponde a la última fase de la emigración española a América y se convirtió en un icono a nivel mundial.