Se lamenta el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana: “Hay gente que quiere mantener su fe, pero no ve cómo puede hacerlo en esta Iglesia”.
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Georg Bätzing corrobora el secreto a voces: la Iglesia universal está en crisis, ya por los escándalos relacionados con el abuso de menores, ya por la dramática disminución de fieles y sacerdotes –causa que quizá depende de la anterior–. Pero, más allá de lo acertado de este análisis, me parece que hay otro elemento a considerar: la dificultad presentada en los últimos años para armonizar la espiritualidad con la religiosidad.
Más espiritual
Cada vez son más las personas, como lo sugiere el obispo germano, que no encuentran en la estructura eclesiástica, especialmente en lo relacionado con la liturgia y la doctrina moral, un respaldo a su espiritualidad. Más aún. El andamiaje institucional de la Iglesia, plagado de normas, reglamentos y trabas, hasta impide el desarrollo de esa espiritualidad.
Y es que mientras se está dando una apertura a experiencias de meditación, de contacto con la naturaleza, de retiros con orientaciones místicas, de voluntariado en organizaciones de la Sociedad Civil, pareciera que la Iglesia endurece sus protocolos, se estanca en sus valoraciones morales y sigue apegada a liturgias muy distantes de los fieles, en especial de los más jóvenes.
Ya sabemos que Jesús no vino a fundar una nueva institución religiosa. Más aún: se enemistó con los profesionales de la religión judía, confrontación que hasta le costó la vida. Si nuestra Iglesia quiere que regresen los fieles a sus templos, si se busca el aumento en el número de sus ministros, bien le haría en retornar a Jesús, a sus evangelios, para sacar de Él y de ellos la espiritualidad que tanto necesita proyectar.
Pero si seguimos asfixiándonos en reglamentos y normas, si fortalecemos la estructura religiosa en detrimento del carisma espiritual, no sólo los fieles continuarán alejándose, sino la Iglesia misma traicionará su misión evangelizadora.
Le urge a la Iglesia católica volverse más “espiritual” y menos “religiosa”.
Pro-vocación
Hoy celebramos la V Jornada Mundial de los Pobres, con el lema “A los pobres los tienes siempre con ustedes” (Marcos 14,7). Invito a leer el mensaje del Papa Francisco con motivo de esta celebración. Sólo anoto un párrafo del #2: “Los pobres de cualquier condición y cualquier latitud nos evangelizan, porque nos permiten redescubrir de manera siempre nueva los rasgos más genuinos del rostro del Padre”.