Facebook está dando forma al mundo, y las religiones forman parte de su objetivo empresarial. Desde 2017, se ha propuesto crear congregaciones, sinagogas, mezquitas, centros o parroquias digitales. Para ello, ha creado un círculo de alianzas con denominaciones y confesiones globales –como las pentecostalistas Asambleas de Dios o la Iglesia de Dios en Cristo–, para que ofrezcan sus servicios exclusivamente a través de Facebook, a cambio del apoyo de la compañía de Zuckerberg.
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En 2021, dio un salto cualitativo. La denominación evangelista Hillsong consultó a Facebook cómo crear una nueva congregación en Atlanta cuya base y actividad fueran principalmente digitales. Equipos de ambas entidades se reunieron semanalmente hasta diseñar una fórmula de congregación digital inaugurada en junio de 2021, que ahora se va a globalizar. Según informó Elizabeth Dias en ‘The New York Times’, Facebook celebró en junio una cumbre mundial virtual con líderes religiosos para dar a conocer la fórmula.
El COVID-19 ha aumentado excepcionalmente las actividades religiosas virtuales y ha beneficiado esta estrategia de Facebook. Según Nona Jones –empresaria y pastora no confesional–, directora en Facebook de su Estrategia Global de Asociaciones basadas en la Fe, miles de iglesias ya están firmando contratos de servicios exclusivos y acuerdos de confidencialidad con Zuckerberg.
Congregaciones digitales
Ese modelo Hillsong ayuda a crear congregaciones digitales, aparatos mucho más potentes para la recaudación de fondos, suscripciones de pago a contenidos exclusivos y el nuevo metaverso ofrece aún muchas más posibilidades para formar parroquias que sustituyan a las físicas.
Facebook favorecerá la actividad de sus socios religiosos de cara a sus tres mil millones de clientes mensuales. Sus peligros totalizadores, segregadores, homogeneizadores e hipercapitalistas incidirán con mucha mayor fuerza en las religiones tratando de hacer de la Biblia, el Libro, un Facebook también.
