“Lo que más echo de menos en esta diócesis es no poder recorrer las calles, como hacía en Buenos Aires, caminando de una parroquia a otra”. Así se lo ha confesado el papa Francisco al periodista español Javier Martínez Brocal, director de Rome Reports, tras haber sido descubierto por este último al salir de una pequeña tienda de discos del centro de Roma el pasado 11 de enero.
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No es, tal como recuerda Vatican News, la primera vez que Francisco hace referencia a esta añoranza. Ya en 2015 revelaba al diario argentino La voz del pueblo que echaba de menos “la tranquilidad de caminar por la calle, o ir a una pizzería a comer una buena pizza”. “Siempre he sido ‘de la calle'”, aseguraba el Papa.
De hecho, a los dueños de la ‘La Discoteca al Pantheon’, donde fue descubierto, les conoce desde que era arzobispo de Buenos Aires. De hecho, la fotografía del Papa en blanco y negro de aquel día saliendo de este negocio, especializado en la venta de vinilos, cedés y pequeños instrumentos musicales, se hizo viral en pocas horas.
Con sentido del humor
Brocal escribió al Papa para decirle que lamentaba que él, amante de la libertad, tuviera que permanecer encerrado en su casa porque cada vez que se movía era descubierto por una cámara. Sin embargo, en la misiva añadía también como las “repentinas salidas” del Pontífice “pueden hacernos sonreír en tiempos en los que sólo se habla de tragedias”.
El Papa, por su parte, le dio las gracias por sus “nobles y bellas” palabras, y subrayaba el comentario ingenioso de Brocal al exponer que “no se puede negar que fue una mala suerte que, después de tomar todas las precauciones, hubiera un periodista esperando a una persona en la parada de taxis”. “No debemos perder el sentido del humor”, asevera Francisco en su respuesta, animando al periodista a “cumplir con su vocación incluso si esto significa poner en dificultades al Papa”.