La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), se pronunció en torno al conflicto entre Rusia y Ucrania, y la posible intervención de varios países de Occidente.
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Fue el obispo David J. Malloy, presidente del Comité de Justicia y Paz Internacional de la USCCB, quien hizo un llamado “a todos los líderes para que respeten la integridad territorial y la independencia política de Ucrania”, ante el intento de Rusia por recuperar ese territorio.
En un comunicado, el también obispo de Rockford señaló que es necesario un diálogo constructivo para resolver pacíficamente “este conflicto que afecta las vidas y los medios de subsistencia de 43 millones de ucranianos”.
EE.UU. se sumó a la jornada de oración por Ucrania
La Iglesia en Estados Unidos también se adhirió a la convocatoria del papa Francisco, quien pidió que este miércoles 26 de enero fuera un día de oración por Ucrania ante la creciente preocupación por la situación en ese país, y en Europa en general.
El obispo Malloy recordó a los estadounidenses el deseo del Santo Padre de que todas las personas de buena voluntad eleven sus oraciones a Dios Todopoderoso para que las acciones e iniciativas políticas estén al servicio de la fraternidad humana.
Soluciones aceptables y duraderas en Ucrania
Previamente, el Papa había expresado su preocupación por Ucrania y la esperanza de que las tensiones que está experimentando se resuelvan a través de diálogo internacional serio y no con armas.
El obispo David J. Malloy señaló que es del interés del Santo Padre también que se genere un debate tranquilo que inspire a todas las partes en juego, para que se puedan encontrar soluciones aceptables y duraderas en Ucrania.
Malloy se refirió también al discurso que el 24 de enero emitieron los obispos católicos de Ucrania y Polonia, en el que llamaron a que los líderes se abstuvieran de la guerra y “retiraran los ultimátum de inmediato”.
También hicieron un llamado a “la comunidad internacional para unir esfuerzos en solidaridad y apoyar activamente a aquellos bajo amenaza de todas las formas posibles”.
Finalmente, el obispo Malloy se solidarizó con la Iglesia en Ucrania: “Ofrecemos nuestro apoyo y hacemos un llamado a todos los fieles y personas de buena voluntad a orar por el pueblo de Ucrania, para que este conozca las bendiciones de la paz”.