Teodoro Bahillo: “La Santa Sede está renunciando a ciertas intervenciones para confiar más en las congregaciones”

El religioso claretiano participa en una jornada formativa del Instituto Teológico de Vida Religiosa sobre el ‘motu proprio’ que descentraliza la Curia

Para el claretiano Teodoro Bahillo, la Santa Sede está apostando por una“mayor responsabilidad pastoral” a los superiores de los institutos de vida consagrada en aras de una sana descentralización. Esta fue una de las reflexiones que lanzó en el transcurso de la jornada online gratuita organizada por el Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR) y la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) en torno a ‘Competentias quasdam decernere’, el ‘motu proprio’ que reforma el Código de Derecho Canónico que busca la descentralización de la Curia buscando nuevos equilibrios entre Santa Sede, los Episcopados y las congregaciones.



Tal es el interés que generó este encuentro formativo, que congregó a cerca de 500 superiores mayores y miembros de consejos de gobierno, abades, abadesas y prioras de monasterios, miembros de institutos seculares y vírgenes consagradas.

Bahillo, profesor de la Universidad Pontificia Comillas especialista en Derecho Canónico, detalló que el motu proprio modifica once cánones del Código de Derecho Canónico, cinco vinculados directamente a la vida consagrada. “No se pretende cuestionar el principio de jerarquía y autoridad del Papa sobre la vida consagrada, que sigue siendo la máxima autoridad, sino posibilitar la toma de decisiones con garantías para un mayor acierto y eficaz, desde el criterio de proximidad y cercanía de la autoridad”, apuntó.

Desde ahí, puso algunos ejemplos, como el hecho del indulto de la dispensa de votos o de la exclaustración deje de depender directamente de Roma para que quede en mano de los superiores generales. “Tiene más conocimiento de las particularidades de ese caso la superiora que la Congregación de la Vida Consagrada”, explicó. Esto le llevo a reafirmar que “la Santa Sede ha hecho una especie de renuncia a esta intervención y se lo concede en un acto de confianza”.

Unidad en la pluralidad

En la jornada de trabajo, también intervino el decano del Instituto Juan Pablo II de Madrid y juez del Tribunal de la Rota, Manuel Arroba, subrayó cómo este motu proprio respira el espíritu de la Constitución ‘Praedicate Evangelium’. Por eso, destacó cómo estos cambios buscan “unidad en la pluralidad” evitando tanto “el exceso de centralismo” como caer en “repúblicas independientes”.

Así, puso en valor cómo ‘Competentias quasdam decernere’ deja a un lado el término ‘aprobar’ para determinadas funciones de la Santa Sede para utilizar el verbo ‘confirmar’. Mientras la aprobación implicaría prácticamente una “coautoría” por parte de los documentos por parte de Roma, en el caso de la confirmación pasaría a “dar una garantía de coherencia con el sistema”.

Implicar a todos

Desde ahí, esta mayor autonomía alertó que no debe ser tomada por los superiores mayores como un proceder que “esté en tensión y que pueda ir en detrimento u oposición a los valores de comunión y participación de los implicados en sus mismas decisiones de gobierno”. “Nunca se puede considerar más eficaz decidir sin consultar que promover la implicación de los destinatarios de las decisiones”, aseveró, de la misma manera que también alertó de la tentación de algunos superiores locales de “escurrir el bulto” ante sus responsabilidades.

Sin embargo, no pasó por alto que, en este camino a la descentralización curial de ‘Competentias quasdam decernere’, sí se ha dado algún cambio en sentido opuesto. Es el caso de la erección de los institutos de derecho diocesano.

“Hasta hace poco los obispos sólo tenían que consultar a la Santa Sede, mientras que a partir de ahora esta consulta es preceptiva”, subrayó sobre esta circunstancia que “nos advierte de algo que es esencial y de lo que no somos conscientes: la primacía pertenece a las exigencias de la misión por encima de la de organizar la comunión y establecer las convenientes competencias”. O lo que es lo mismo, “si algo no funciona o no responde a la misión, como ocurría en algunos lugares con estos institutos, se tiene que regular la materia de otra manera para que sea más eficaz”.

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