VIERNES
Desayuno de PPC con periodistas y entre periodistas. ¿El punto de encuentro? Ana Medina y su ‘Vagón silencio’. Las oraciones en verso que le brotaban durante sus viajes en AVE. “Tendría que pagar a muchos por los derechos de autor del libro, porque lo considero una obra colectiva”. Por quienes rezaba sobre el papel. Por quienes le han acompañado en esta aventura. Desde una humildad que le hace sentirse una intrusa asonante, cuando los que saben de métrica interior no la tachan de paracaidista. Pero ella insiste: “Tengo pudor por decir que escribo poesía”. Pero que no deje de escribir. En silencio.
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LUNES
Sala capitular de La Almudena. Presentación del jubileo madrileño por san Isidro. Osoro, rodeado de la presidenta de la Comunidad, el alcalde y la delegada del Gobierno. Convenio de colaboración a cuatro bandas para celebrar al patrono labrador. El cardenal aplaude el acuerdo entre partidos, que encaja con un “santo de la puerta de al lado”, capaz de “salir de las fronteras para ser un hombre de comunión”. Palabra de Osoro, de puño y letra. Se nota. Como se intuye que el político que toma la palabra llega con el discurso empaquetado por su asesor correspondiente.
Martínez-Almeida se luce. Pone en valor al “humilde labrador que cada día salía de su casa para trabajar y sostener a su familia”. Y subraya que “Madrid no olvida sus raíces cristianas y no tiene ningún complejo en reconocerlo”. Sorpresa en la delegada del Gobierno socialista, Mercedes González, por su alusión confesional: “Necesitamos darnos la paz, como hacemos en la eucaristía”. El redactor de Díaz Ayuso, más centrado en la mirada histórica y en la agenda cultural y deportiva. O descentrado.
MIÉRCOLES
Rueda de prensa de Cremades & Calvo Sotelo para dar cuenta de la auditoría de abusos. Eso sí, antes que exponerlo al común, adelantan detalles en modo premium a El País. Nada que reprochar. Cambio de estrategia comunicativa para intentar ganarse al medio demonizado, con elogios incluidos a su recapitulación de casos. Un ten con ten que no acaba de calar entre los báculos.