Omella: “Las víctimas de abusos son nuestra prioridad absoluta”

El presidente de la Conferencia Episcopal Española rinde cuentas sobre el giro ante la crisis de la pederastia ante la Asamblea Plenaria de los obispos

Omella: “Las víctimas de abusos son nuestra prioridad absoluta”

El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, defendió esta mañana ante todos los obispos españoles que “las víctimas son nuestra prioridad absoluta”. Con estas palabras, el presidente de la Conferencia Episcopal se dirigía a los participantes en la Asamblea Plenaria que arranca hoy y se celebra a lo largo de esta semana en Madrid.



No en vano, se trata de la primera Plenaria que los obispos celebran después de la decisión de encargar una auditoría externa al bufete Cremades&Calvo-Sotelo para afrontar la crisis de la pederastia eclesial. Omella adentró en esta cuestión, detallando que se analizarán “todos los casos documentados hasta la fecha y los que pudieren presentarse tanto en dicho despacho como en las oficinas diocesanas mientras se realiza el estudio”.

Colaboración civil

De la misma manera, sin citar directamente a la comisión del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, sí expresó su “colaboración con las autoridades civiles para esclarecer la verdadera dimensión de los hechos y establecer una prevención más
eficaz en todos los campos”

En un nuevo ‘mea culpa’, expresó su “profundo dolor por los delitos cometidos por hermanos nuestros”. A la par, recordó que la Iglesia viene realizando “un largo camino” en la lucha contra este drama, pero incidió en que ahora se hace con “transparencia, rigor técnico y consistencia jurídica”.

Pecados gravísimos

“Es cierto que algunos de los miembros de esta gran familia han cometido delitos y pecados gravísimos por los que pedimos una y otra vez perdón, pero también es cierto que son una muy pequeña minoría”, reconoció el purpurado.

En esta misma línea, expresó que “los delitos y pecados ocultan las virtudes de muchas personas maravillosas e iniciativas impresionantes que benefician profundamente a nuestra sociedad”. Así, expuso también como los abusos sexuales son “una auténtica lacra social” que va más allá de la Iglesia.

Una oportunidad

El presidente del Episcopado español defendió que “la Iglesia tiene la oportunidad de trabajar para que dichos abusos no se repitan y para destapar esta nueva esclavitud mundial que no se quiere abordar”.

En este análisis sobre el hecho religioso, admitió que “en la actualidad, la Iglesia católica es una gran desconocida para muchos conciudadanos nuestros”, lamentando que “no se conozca el verdadero rostro y misión de la Iglesia”

A partir de ahí, Omella dio un tirón de orejas verbal a la clase política, al instrumentalizar a la Iglesia, tratándola como “un enemigo” o “tratar de apoderarse y servirse de ella”. “Conviene recordar que la Iglesia no tiene intereses económicos, geoestratégicos ni ideológicos particulares”, aclaró.

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