“No busquemos refugio en las brujerías de la vida”. En la audiencia general que presidió este miércoles en la plaza de San Pedro del Vaticano, el papa Francisco consideró que “no es una casualidad que la nuestra sea la época de las ‘fake news’, de las supersticiones colectivas y de las verdades pseudo-científicas”. En su análisis de la situación del mundo contemporáneo, en el que “la ciencia progresa”, lo que consideró “un bien”, mientras que “parece estancada la sabiduría”, no deja de resultar curioso que se difundan “tantas brujerías cultas, una cierta cultura que te lleva a una vida de superstición”.
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Esta situación es para el Pontífice consecuencia de la actitud de la sociedad de hoy, centrada en “ir adelante con inteligencia y hasta el fondo con la raíz”, pero que se olvida de que “el alma necesita otra cosa”, por lo que muchas personas “toman el camino de la superstición y acaban con las brujerías”.
Pese a todo el “progreso y el bienestar” alcanzado en la actualidad, hemos llegado a la “sociedad del cansancio”, denunció Jorge Mario Bergoglio en la audiencia general, en la que continuó con su ciclo de catequesis sobre los ancianos centrándose en el Libro del Eclesiastés o Cohélet. “Teníamos que producir bienestar generalizado y toleramos un mercado sanitario científicamente selectivo. Teníamos que poner un límite infranqueable a la paz, y vemos sucesión de guerras cada vez más despiadadas contra personas indefensas”.
La “intuición negativa”
En su alocución, el obispo de Roma advirtió del peligro que supone la acedía, una “tentación” en la que todos podemos caer y que no se trata solo de pereza. “No es simplemente depresión. Más bien, es la rendición al conocimiento del mundo sin más pasión por la justicia y la acción consecuente”, dijo el Papa, señalando más adelante que no resulta inofensivo “el “vacío de sentido y de fuerzas abierto por este saber, que rechaza toda responsabilidad ética y todo afecto por el bien real”.
Bergoglio reconoció que, en ciertos momentos de la vida, es fácil caer en el desánimo, en el “camino de la indiferencia” que puede parecer “el único remedio” ante las desilusiones. “¿Para qué hacer tantos esfuerzos?”, se preguntó Francisco, que aseguró luego que esta “intuición negativa” aparece generalmente en la vejez, cuando resulta “casi inevitable el encuentro con el desencanto”.
Matanza en Texas
Por ello resulta “decisivo” que los ancianos se resistan a los “efectos desmoralizares” de esa sensación. Si las personas mayores, “que ya han visto de todo, conservan intacta su pasión por la justicia, entonces hay esperanza para el amor, y también para la fe”. Retomó esta idea el Pontífice al final de su catequesis, cuando clamó: “¡Los ancianos llenos de sabiduría y humor hacen mucho bien a los jóvenes! Los salvan de la tentación de un conocimiento del mundo triste y sin sabiduría”.
En su saludo en italiano al fina de la audiencia general, Bergoglio se refirió a la tragedia acaecida este martes en una escuela en Texas, donde un joven de 18 años asesinó a tiros a 19 niños y a dos adultos. Dijo que tenía el “corazón roto” por esta matanza y que rezaba por las personas fallecidas y por sus familias. “Ha llegado la hora de decir basta al tráfico indiscriminado de las armas. Esforcémonos todos para que tragedias así no puedan suceder más”, clamó.