Concluida la fase diocesana del camino sinodal, en la que se ha pretendido dar voz al conjunto del Pueblo de Dios, el proceso en curso debería ir pasando del diagnóstico –recogido a través del cuestionario distribuido por todo el país– a las propuestas, del ‘ver’ al ‘actuar’, previo ‘discernimiento sinodal’. A partir de este momento, es importante ir creando foros de deliberación donde se puedan discernir las cuestiones principales y decantar propuestas de acción