Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

Espacios de reflexión primera


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Una reciente encuesta, realizada desde la Cátedra Amoris Laetitia de la Universidad Pontificia Comillas en barrio obreros, revela que el 77,9% de la gente reconoce que la pandemia les ha cambiado la vida. Tras dos años de pandemia, cerca de 8 de cada 10 personas han experimentado una transformación en su vida.



No vamos a vivir igual: el 68,5% cree que le ha hecho darse cuenta de que no puede darse nada por supuesto. Además de las nuevas costumbres sanitarias, la aceleración de las videoconferencias y los cambios en la vida laboral, hay una transformación mucho más profunda que nos ha hecho preguntarnos por el sentido de la vida, el valor de los vínculos y nuestro papel en el estado del mundo.

Renovación vital

La encuesta –patrocinada por la Fundación Casa Familia– revela que el 70,9% de los encuestados afirma que este tiempo de pandemia le ha hecho aprender algo esencial para la vida, y el 64,1% sostiene que la pandemia va a cambiar algo esencial de su vida. Esa huella excepcional que la pandemia ha dejado en el seno de la sociedad, de cada familia y cada persona ha abierto una encrucijada en la vida de 7 de cada 10 personas: algo esencial en cada uno está buscando cómo encarnarse en una renovación vital.

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Rápidamente, las viejas costumbres se abalanzan y cubren con escombros esa necesidad de una nueva vida. Carecemos de medios de reflexión primera, lugares donde poder juntarnos personas de todas las creencias para buscar juntos. Faltan pequeños espacios interespirituales donde hacer un primer discernimiento hacia esos cambios personales y familiares.

Cada uno buscando, expresando y ayudando desde sus convicciones. Convocar esos grupos –mejor en colaboración con otros– sería un enorme servicio que la Iglesia podría hacer en una sociedad sin lugares para pensar la vida.

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