El obispo de Querétaro, Fidencio López Plaza, pidió pasar de la participación de la Eucaristía de modo virtual a presencial, y recibir el sacramento de la Eucaristía en la boca, aunque dejó abierta la posibilidad de que los fieles decidan si prefieren seguir recibiéndola en la mano.
- PODCAST: Sinodalidad sin aditivos
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Este anuncio se da cuando México vive una quinta ola de contagios de Covid-19. De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, en las últimas semanas han aumentado las cifras de casos registrados, en promedio seis mil nuevos casos diarios.
No obstante, López Plaza explicó que para recibir la comunión quedan abiertas las dos opciones, “velando siempre que se ofrezca y se reciba con la mayor reverencia y respeto posible, y evitando dar cabida a faltas de respeto o superstición”.
Y es que, para el obispo de Querétaro, ya es momento de dejar atrás la Eucaristía de modo virtual: “escuchar la palabra de Dios, comulgar sacramentalmente, orar, convivir y compartir juntos como Iglesia“.
Apuntó: “ya terminó el tiempo que se nos exoneró de la celebración del precepto dominical presencial a causa de la pandemia”.
Por ello pidió a los fieles pasar de las casas y los lugares privados a las capillas y sitios comunitarios de celebración y evangelización.
Una Iglesia en salida y misionera
Asimismo, exhortó a su Iglesia diocesana a diseñar una nueva etapa evangelizadora en cada una de las parroquias, a fin de logar “pasar de una pastoral de sucesos a una pastoral de procesos mediante la iniciación a la vida cristiana y la catequesis permanente, como fruto de la creación de pequeñas comunidades parroquiales”.
Esto implica –dijo – retornar lo que ha dado vida “a nuestras parroquias y buscar con creatividad cómo dar paso a una catequesis que abarque todo el arco de la vida”.
Pidió también vivir en comunión diocesana de manera que “cada año consideramos un evento clave de sinodalidad, y así producir subsidios y ofertas pastorales que podemos aprovechar para enriquecer nuestros proyectos con entusiasmo pastoral”.
Para el obispo López Plaza, la conversión a lo social en tiempos de pandemia es la manifestación más limpia de una Iglesia en salida misionera que demuestra la fe con obras. “Por eso invito a fortalecer los procesos sociales vigentes y a ser creativos para inventar otros, Dios y la realidad nos gritan una respuesta social desde nuestra fe”.