Jerusalén es una ciudad única. Solo basta con escribir, leer o escuchar su nombre para percibirlo. Pero vivirla y sentir el peso de su historia y su espiritualidad en la propia piel es una experiencia mayor o prácticamente indescriptible, solo al alcance de aquellos que han pisado sus calles.
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Sin duda, Jerusalén, con todas sus letras, es uno de los lugares santos más preciados por los peregrinos y feligreses cristianos, que desde el 21 de mayo ya pueden volver a Israel, vacunados o no vacunados.
Tendrán que registrarse 10 días antes del inicio de su vuelo hacia la Tierra Santa de Israel en el siguiente formulario: https://corona.health.gov.il/en/abroad/arriving-foreign-nationals/. Después del registro, se envía una aprobación al correo electrónico. También es obligatorio llevar un seguro de salud con cobertura Covid. Estos dos requisitos son para hacer del viaje a Israel un viaje seguro.
Descubrir Jerusalén
La ciudad de Jerusalén tiene un sinfín de lugares para los peregrinos que ansían descubrirla: el Muro de las Lamentaciones, iglesias, el huerto de Getsemaní, el monte de los Olivos y, también, de forma indiscutible, la Vía Dolorosa. Conocida por todos, la Vía Dolorosa es el camino que siguió Cristo antes de ser crucificado y, por ello, cada año es recorrida, con solemnidad, por miles de peregrinos. La Vía Dolorosa se divide en 14 estaciones:
- Estación I: Es el lugar de inicio y donde Jesús recibió la corona de espinas; donde fue juzgado y condenado a muerte.
- Estación II: Aquí se halla la Iglesia de la Condenación, el punto en el cual Jesús tomó su cruz. También se encuentra la Capilla del Juicio, que se alzó para conmemorar el sitio donde Jesús fue condenado.
- Estación III: La tercera es la primera estación en la cual Jesús cayó por primera vez, debido al peso de la cruz y sus múltiples heridas. Hay una iglesia católica con un relieve en la entrada que es una representación de Cristo tropezando por el gran peso de la cruz.
- Estación IV: Con la Iglesia Armenia de Nuestra Señora se conmemora el único punto de la Vía Dolorosa en el cual la Virgen María y su hijo se encontraron.
- Estación V: Esta estación también revela otro encuentro, en este caso con Simón el Cirineo, el cual le ayudó a cargar la cruz. Hay una pequeña capilla franciscana, marcada por la Cruz de Jerusalén.
- Estación VI: En este punto, Santa Verónica limpió el rostro de Cristo con un pañuelo en el cual se dice que quedó impregnado su rostro. Aunque hoy no se encuentra en Jerusalén, la estación VI está marcada por la Iglesia Católica Griega de la Santa Faz.
- Estación VII: Segunda caída de Jesús; hoy, recordada con una capilla franciscana.
- Estación VIII: En este punto, Cristo consoló a las piadosas mujeres. Se encuentra un monasterio Ortodoxo Griego, que contiene la inscripción griega “Nika”.
- Estación IX: Tercera caída, marcada con una columna romana.
- Estación X, XI, XII, XIII, XIV: Se encuentran en el interior de la Iglesia del Santo Sepulcro, el lugar más sagrado para la Cristiandad en la Tierra Santa de Israel y donde Cristo muere.