La Síntesis de la aportación diocesana de la Iglesia española al Sínodo sobre la sinodalidad es uno de los mejores documentos que ha dado a luz la Iglesia española en los últimos 40 años. Sin duda se debe a la extensa participación: 215.000 personas en 14.000 grupos sinodales. Un esfuerzo enorme y positivo.
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En esta Síntesis nos encontramos un diagnóstico mucho más certero, sincero y humilde que en cualquier otro documento sobre el estado de la Iglesia española. Se constatan con autocrítica las insuficiencias –resistencias clericales, envejecimiento, liturgias pasivas y ritualistas, etc.– y también se agradece lo positivo, sin triunfalismos.
Sin duda, la Síntesis podía ser mejor, y en ella se reconocen limitaciones: baja participación juvenil, frialdad de muchos pastores respecto a la sinodalidad, poca voz de cristianos alejados… Se echan de menos, especialmente, referencias a las personas en exclusión social y barrios empobrecidos, aunque recoge la voz migratoria. Sin embargo, hay que admitir que es un gran paso.
La Iglesia española pone rumbo, por fin, a una “una fuerte conversión personal, comunitaria y pastoral”. Se propone superar radicalmente el clericalismo y avanzar hacia una gobernanza eclesial participativa y de codecisión, más allá de lo meramente consultivo, incluida la feminización y la participación laical en la elección de pastores.
El camino de Jesús
La conversión sinodal de la Iglesia española acaba de comenzar. Los problemas vendrán de las resistencias pasivas, el reto de transformar instituciones anquilosadas, las ideologizaciones… No es fácil recuperar la confianza de los que han sido alejados ni reavivar los grupos juveniles. Pero la sinodalidad es el camino de Jesús. La esperanza y sorpresa de la Síntesis son claras mociones del buen Espíritu. La Iglesia española debe profundizar, confiada y con entusiasmo, en este camino que ha abierto la Iglesia universal.