Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

Las previsiones para el futuro más próximo


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Siguiendo la línea de la utilización de recursos naturales sobre la que ya llevamos dos semanas hablando, podemos afirmar que si esta se había incrementado en los últimos años, las previsión para los próximos no es tampoco halagüeña. Si en estos momentos se están extrayendo algo más de 100 mil millones de toneladas anuales, se prevé que en 2050 serán más de 170 mil millones de toneladas anuales.



Si calculamos la cifra por habitante, esto quiere decir que cada habitante del planeta estamos utilizando anualmente unas 14 toneladas de materias primas y que en el año 2050 serán alrededor de 24 toneladas por persona. ¿Y que pasa si esto sigue creciendo? ¿Podemos mantener este ritmo?

Hay que tener en cuenta que a un ritmo similar al actual, dentro de 50 años habremos multiplicado nuestra producción mundial anual por 4,5 otra vez, lo que supone que produciremos anualmente 20 veces lo que producíamos en 1970 y podríamos estar utilizando anualmente diez veces más de recursos que en ese mismo año (siendo optimistas)

Una fábrica en medio del campo expulsando humo al medio amabiente

¿Es esto sostenible? ¿Podemos seguir creciendo ilimitada mente cientos y cientos de años e incrementando constantemente la utilización de recursos naturales para conseguir este crecimiento? Como demuestra la OECD (2015, Material Resources, Productivity and enviroment, OECD Green Growth Studies,) algunos de los países de la OCDE están consiguiendo un desacoplamiento que les permite alcanzar crecimiento económico sin una utilización superior de recursos naturales.

Esto que podría parecer una noticia esperanzadora (y lo es) tiene que matizarse con dos elementos que hay que tener en cuenta y que también son analizados por el informe.

  • El primero es que gran parte de estos recursos naturales son producidos en países más pobres pero son utilizados en naciones más ricas. Eso significa que gran parte del desacoplamiento proviene de que no son productores sino importadores y la extracción de estos bienes se contabiliza en los estados que lo producen y no en la de quienes los utilizan.
  • El segundo elemento a tener en cuenta es cómo la utilización por habitante de estas materias primas es muy superior en los países más ricos. De hecho, mientras la media de utilización diaria de material en el mundo es de 29 Kg, en la OECD es de 46 Kg (OECD, 2015: 72)

Mala perspectiva

Ello provoca que la utilización de recursos no tenga una perspectiva de reducirse a corto ni medio plazo. Este incremento no puede mostrarse más que como insostenible a largo plazo porque los avances tecnológicos no consiguen un incremento de productividad lo suficientemente elevado para compensar el ritmo de crecimiento económico y hacer que la utilización anual de recursos se reduzca de una manera significativa.

Tampoco las tendencias recientes de aumento de la cantidad de reciclaje y reutilización parece que reduzcan la utilización de recursos. ¿Qué podemos hacer entonces? La semana próxima voy a hablar sobre este tema y dar una visión sobre los posibles caminos para mejorar esta cuestión.