¡Cuánto estamos necesitados en nuestra Iglesia de estos líderes con capacidad de prevenir! Ahora que invierto casi todo mi tiempo de servicio trabajando en el área de Recursos Divinos, RR.DD. (conocidos por otros como Recursos Humanos, RR.HH.), de la institución marista, experimento la importancia de que aquellos que animan, motivan, acompañan a grupos de personas, de agentes de misión, tengan y profundicen en esta característica (incluidos, por supuesto, los equipos de RR.DD.).
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Tradicionalmente, puede que hayamos entendido por el hecho de ser precavido, ser previsor, el ser ahorradores, ser conservadores, etc., y de quedarnos en esa definición, limitaríamos con mucho la auténtica definición de esta característica del liderazgo para el siglo XXI: la previsión.
Cáracter ético
Como dice el que fuera Superior General de los Hermanos Maristas, el hermano Emili Turú, en el libro Voces Maristas, capítulo noveno: la previsión es esa capacidad, con carácter ético, imprescindible en un líder, en la actualidad.
Un líder previsor, según él lo describe, permite percibir de manera intuitiva la realidad, lo que se está viviendo “por dentro”, y hacerlo desde lo ya vivido (como un historiador), desde un compromiso con un análisis serio y en profundidad de dicha realidad (como un analista), y desde el querer ver más allá y anunciarlo, denunciando lo que no está generando Vida aquí y ahora (como un profeta).
Dinámica estructural
Dice Greenleaf (2002), como indica el H. Emili, que la habilidad de actuar desde esta previsión intuitiva es “la dinámica estructural esencial del liderazgo”. Es aquí donde surgen preguntas que puede ser interesante plantearse: ¿estamos desde nuestra Iglesia, desde las distintas familias que la componemos, siendo fieles a esta previsión intuitiva, buscando con ello seguir siendo fieles a lo que Dios quiere de nosotros? ¿Nos estamos atreviendo a analizar la realidad (libros para recomendar de D. Javier Elzo: “¿Tiene futuro el cristianismo en España?”; de D. Alphonse Borras: “Cuando falten los sacerdotes”) para visualizar los pasos que el Evangelio nos incita a dar, desde lo que ya hemos ido viviendo, siendo conscientes de que hay pasos que hemos dado y que nos están alejando de nuestra misión: el anuncio de la Buena Noticia de Jesús?
Ayudarnos a ser cristianos
Entiendo que cuando nos formamos, cuando leemos, lo hacemos para encontrar respuestas, aunque no perdamos la perspectiva de que también puede ayudarnos a ser cristianos en el siglo XXI, en el mundo, plantearnos preguntas de sentido como las que aquí compartimos.
Un servidor se encuentra, intentando responderlas, en equipo, con otros cristianos y cristianas que lo están dando todo para ser Jesús para todos… (aprovecho para dar gracias a Dios por hacer camino juntos). Hacerlo es entrar en “esa dinámica estructural esencial del liderazgo previsor”.
Ánimo, merece la pena llevar a término esa pre-visión, y pasar a ser líderes con intuición.
