Así fueron los últimos años de Benedicto XVI como Papa emérito

Así fueron los últimos años de Benedicto XVI como Papa emérito

Pocos meses después de su renuncia, el papa Benedicto XVI –fallecido hoy– se instaló en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Un coqueto espacio acondicionado en tiempos de Juan Pablo II para que dentro de la muralla leonina hubiera un especio permanente ocupado por una comunidad internacional de contemplativas. Aquí ha transcurrido la vida como emérito de Ratzinger.



Más allá de rumores puntuales y fotografías de amigos poco ha traspasado los muros del transformado monasterio situado en un rincón de los Jardines Vaticanos. En este sentido, quien más ha profundizado en este lugar –y, por lo tanto, en el tiempo de retiro del emérito– ha sido el periodista italiano Massimo Franco, fuertemente vinculado al popular periódico Corriere della sera, que en abril 2022 ha publicado ‘Il monastero. Benedetto XVI, nove anni di papato-ombra’ (‘El monasterio. Benedicto XVI, nueve años de papado en la sombra’), de la editorial Solferino.

Franco analiza lo que ha ocurrido en torno al habitante de este monasterio desde que renunciara al papado en 2013, especialmente en lo que se refiere a los equilibrios y desequilibrios que salpican y condicionan la misión de Francisco al frente de la cátedra de San Pedro. Y es que, con el paso del tiempo, en torno a este desconocido monasterio, los rezos de las monjas han sido sustituidos, en unas cuantas ocasiones ya, por un refugio de quienes se oponen a las reformas de Bergoglio. Mientras el apartamento papal del Palacio Apostólico sigue vacío y desvencijado, quedan por resolver muchos flecos sobre la renuncia de un Papa.

Más que silencio

La obra nos ofrecía, por primera vez, la versión de cómo se vive desde el monasterio esta polaridad que ha ido surgiendo en torno a Santa Marta y Francisco y la figura del papa emérito a partir de sus intervenciones, visitas y portavoces oficiosos. Y es que, en muchos casos, el monasterio se ha convertido en ese sitio que, como dijo el cardenal Gerhard Müller, es “donde va a curarse la gente herida por Francisco, y son tantos…” frente a los politiqueos de los pasillos de Santa Marta. Y es que, haciendo cuentas, Benedicto XVI ha pasado más tiempo como pontífice emérito que en ejercicio. En este sentido se estudia este tiempo de retiro con diferente intensidad. Tras cuatro años de cierta serenidad e invisibilidad de Ratzinger, el monasterio empezó a ser un insistente punto de referencia para los críticos con Francisco –incluyendo aquellos a los que no les cabía en la cabeza que un Papa pudiera bajarse de la cruz en pleno ejercicio del ministerio petrino–.

La armonía se rompe por episodios que se expanden desde dentro del monasterio, como el prólogo ‘fake’ a la colección de libros sobre la teología de Francisco. Después de eso, seminaristas, monseñores y estudiosos han tratado de evidenciar que en el emérito han encontrado una brújula ante las perplejidades que les dejaba el pontificado de Bergoglio. Luego vendría la acogida a los críticos con ‘Amoris laetitia’ e incluso llega a hablarse de un lobby en torno a Ratzinger.

La familia pontificia

Más allá de las polémicas, la vida doméstica de Benedicto ha sido la prioridad de una serie de mujeres que han formado una auténtica “familia pontificia” –las cuatro consagradas ‘Memores Domini’ de Comunión y Liberación y la veterana secretaria Birgit Wansing, que reside en una comunidad de Schoenstatt en Roma–.

Junto a ellas, la presencian constante es la de “don Georg”. El secretario Gänswein no es solo un secundario de lujo en esta historia de la renuncia de Benedicto XVI. Comenzando por su retiro –nunca solicitado– como prefecto de la Casa Pontifica y pasando por su papel en la edición del libro del cardenal Robert Sarah sobre los presbíteros que se presentaba escrito “a cuatro manos”, el monseñor ha sido para algunos “poco transparente o, por lo menos, no muy eficaz” en este retiro final del Papa alemán. Alguien que, frente a Benedicto, al tener que elegir entre “dos señores”, Georg Gänswein siempre ha elegido a Ratzinger antes que a Francisco.

Benedicto Xvi Emerito Domingo De Ramos

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