El día 22 de julio se comunicó el relevo en la Secretaría de Estado para la Agenda 2030 de Enrique Santiago, secretario general del Partido Comunista de España, por Lilith Verstrynge, secretaria de Organización de Podemos. Al margen de las consideraciones políticas del asunto, que no vienen ahora al caso, me quiero fijar en el nombre de la flamante secretaria de Estado.
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Según parece, Lilit es un personaje (¿una diosa?) que procede del ámbito mesopotámico, donde está relacionada con el aire y la oscuridad. En la Biblia solo aparece, en una única ocasión, en el profeta Isaías: “Los gatos monteses encuentran hienas, los chivos se llaman uno al otro, allí reposa Lilit y establece su morada” (Is 34,14). El contexto es un oráculo contra Edom, anunciándole la destrucción y el desastre: en sus ruinas habitarán animales salvajes, muchos de ellos con costumbres nocturnas: “Espinos crecerán en sus palacios, ortigas y cardos en sus torreones, será una morada de chacales, guarida de crías de avestruz” (v. 13).
‘Lilit’ y ‘laila’
El parecido entre ‘Lilit’ y ‘laila’ (‘noche’ en hebreo) hizo de este personaje una especie de demonio femenino nocturno. Más tarde, algunas tradiciones rabínicas dotaron al personaje de una verdadera vida procedente de una determinada lectura del texto bíblico. Así, se entendió que, como en Gn 1 se habla de la creación del hombre y la mujer, pero en Gn 2 se narra cómo Dios sacó a Eva de la costilla de Adán, aquella primera mujer creada de Gn 1 no era Eva, sino Lilit. Después, la imaginación rabínica –sabiendo que Lilit acabaría como un demonio nocturno– hizo de ella una especie de “mujer fatal” y rebelde. De hecho, Lilit abandona a Adán –según estas tradiciones– harta de que Adán le exija ponerse debajo cuando tienen relaciones sexuales.
Será esta rebeldía ante el papel subordinado de la mujer al varón lo que haga que, en la cultura moderna, Lilit acabe siendo un prototipo feminista y símbolo de sus reivindicaciones. Muy probablemente, este valor feminista y de autonomía fue lo que hizo que Jorge Verstrynge –ya “convertido” de su pasado en Alianza Popular y otros grupos mucho más a la derecha– pusiera ese nombre a su hija.