“La respuesta a los yihadistas no puede ser sólo militar, sino que es necesario dar esperanza a los jóvenes que de otro modo se verían tentados por el reclutamiento en las filas yihadistas”. Así lo ha expresado a Fides el obispo de Pemba (Mozambique) Juliasse Ferreira Sandramo, una zona fuertemente atacada desde hace varios años por los rebeldes que se han unido al Estado Islámico.
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Sandramo ha señalado también que, desde el comienzo de la guerra en Ucrania, la falta de apoyo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) se ha hecho sentir en el país africano. Esta situación, tal como explica el prelado, pone en peligro a más de 850.000 desplazados por los ataques yihadistas en la región.
Soluciones “progresistas”
“Sin la ayuda de la comunidad internacional, no se puede hacer nada”, ha insistido el obispo. Asimismo, en cuanto a la actuación del gobierno del país, señala que “es fundamental crear puestos de trabajo, eliminar la pobreza, ofrecer oportunidades”, porque “hay que evitar que la gente se pierda, creando esperanza”. “Una respuesta exclusivamente militar puede eliminar a dos, tres o cuatro yihadistas, pero no evitará que se sigan reclutando”.
“El Gobierno debería adoptar un enfoque más progresista y hablar con los líderes musulmanes y católicos”, propone, recordando que “nunca ha sido convocado a una reunión” con las autoridades para estudiar cómo resolver el conflicto.