La presión vecinal ha logrado frenar el proyecto de un nuevo centro de acogida para personas sin hogar, con el que la Junta de Extremadura y Cáritas pretendían prestar asistencia a este colectivo en El Progreso.
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Colectivos y asociaciones vecinales del entorno, tal como recoge La Crónica de Badajoz, se han opuesto al proyecto al considerar que “no beneficiaría ni a los vecinos ni a los propios usuarios”. Sin embargo, este seguirá adelante como centro social, si bien cambiará el uso de parte del edificio que se está construyendo y para el que el ayuntamiento tiene una partida de 2 millones de euros con cargo a la estrategia Dusi.
Fue durante la pandemia cuando se detectó, tal como recoge el diario, la necesidad de que Badajoz contase con un recurso para personas sin hogar, que sería gestionado por Cáritas con recursos de la Junta. Sin embargo, el millar de firmas recogidas contra la ubicación del centro ha provocado la suspensión del proyecto.
Falta de información
Por su parte, Cáritas diocesana de Mérida-Badajoz ha subrayado en un comunicado que la organización “seguirá defendiendo a las personas más pobres más allá de cualquier lucha o conflicto de intereses que pueda existir en la construcción del Centro de acogida en El Progreso”. Así, ante esta situación, Cáritas recuerda que “en todo momento nuestro papel en esta acción ha sido el que siempre inspira toda nuestra actuación: la defensa de los más pobres, que siempre irá más allá de cualquier lucha o conflicto de intereses entre las diferentes partes implicadas en el proyecto”. “Por supuesto, creemos que debe seguir abierta la posibilidad de que dicho centro pueda construirse”, reitera.
Del mismo modo, Cáritas señala que “este proyecto permitiría atender y acompañar a estas personas con la mayor dignidad y, al mismo tiempo, supondría una oportunidad de apoyar a los vecinos en la mejora de su entorno, creando un espacio en el que favorecer la atención a sus necesidades y apostando por la puesta en marcha de acciones beneficiosas para la población de esta barriada de Badajoz”.
Al mismo tiempo, la organización subraya que “siempre reconocemos y apoyamos los derechos y las necesidades del barrio y no queremos estar en un conflicto con los vecinos, ya que las personas sin hogar, últimos entre los últimos, serían siempre, en ese caso, los mayores perdedores”. Asimismo, achacan a “la falta de información y el uso de datos incompletos sobre este proyecto” la negativa de los vecinos del barrio, quienes no han “conocido en profundidad los beneficios que este centro podría tener para su barriada”.
“Queremos reiterar nuestra postura desde el principio defendida: la presencia de los servicios de Cáritas no empeora la situación del barrio, sino que puede contribuir a la defensa de las demandas del propio barrio. La defensa de los derechos del barrio no debería haber chocado con la de las personas sin hogar”, concluye el comunicado.
