Para Juan Antonio Reig Pla, Benedicto XVI constituye hoy “una lámpara encendida que nos ilumina entre las tinieblas del momento presente”. Fue el elogio que lanzó al Papa emérito nada más empezar su ponencia en el congreso homenaje a Joseph Ratzinger con motivo de su 95 cumpleaños organizado por la Fundación San Pablo CEU.
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Para el obispo emérito de Alcalá de Henares, cesado este septiembre por Francisco dos meses después de cumplir 75 años, Benedicto XVI ha ayudado a entender a la Iglesia qué es “el eclipse de Dios”. En este sentido, presentó al pontífice alemán como defensor de la familia cristiana. “En el matrimonio se decide el futuro de la persona, en la familia se decide el futuro de la sociedad”, aseveró.
Últimos coletazos
Reig Pla centró gran parte de su conferencia en una de sus reflexiones recurrentes. “Estamos en los últimos coletazos de la revolución sexual”, expuso, remitiéndose a Mayo del 68, que toma como punto de partida para la que denomina “cultura de la disolución de lo humano” que ha derivado en “la ideología de género” y en el transhumanismo que ha llevado a “separar la sexualidad humana de la procreación”. Así, defendió que “la sexualidad es buena, es la base de un sacramento, el del matrimonio, pero hay que reconducirla”.
“Ya está bien de afirmar la autonomía radical del individuo que afirman todas nuestras leyes autonómicas y nacionales porque eso es falso, no responde ni hace justicia a la realidad de la persona, que es un ser dependiente de la sabiduría amorosa de Dios”, relató.