Este 16 de noviembre se cumplen 33 años de la masacre de la Universidad Centroamericana (UCA), perpetrada por la Fuerza Armada salvadoreña, en la que perdieron la vida Ignacio Ellacuría, cinco compañeros jesuitas, una trabajadora de la UCA y su hija de 15 años.
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Con motivo de este aniversario, el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, ha recordado en una carta, recogida por Vatican News, a estos “mártires”, más de tres décadas después de su muerte.
“Al contemplar nuestro mundo ¿hay algún continente o región donde este aniversario tan importante que hoy recordamos pueda ser celebrado con auténtica tranquilidad y paz? ¿O es este, más bien, un momento con múltiples desafíos y disturbios?”, se pregunta el purpurado, también jesuita.
“Encarnaron el Concilio”
Sin embargo, Czerny encuentra motivos para la esperanza: “A pesar de los signos de violencia en varias partes del mundo y de la fragilidad de la paz, Nuestro Señor nos invita a una renovación a través del camino sinodal”, dice. “Despertar, levantarnos y caminar. Esta es la auténtica vida de la Iglesia, en humilde peregrinación y servicio alegre, inspirados por nuestros hermanos y hermanas”, añade el cardenal.
“En nuestros esfuerzos para poner en práctica, organizar e institucionalizar la visión y la misión del Concilio, podemos decir con gran honor que los nuestros son ciertamente mártires de este don que fue el Concilio Vaticano II”, continúa Czerny. “Ellos, con su vida y su muerte, encarnaron el Concilio y la 32º Congregación General en la gran iniciativa evangélica, educativa y social que fue la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas”, concluye.