El papa Francisco ha concedido una nueva entrevista. En esta ocasión a America Magazine, la revista estadounidense de los jesuitas. Jorge Mario Bergoglio responde sobre la polarización en la Iglesia, los abusos a menores, la guerra de Ucrania o el racismo.
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¿Por qué el Papa es feliz?
“Cuando estoy con la gente yo estoy feliz, siempre. Una de las cosas que como Papa me cuesta más es no andar por la calle, con la gente, porque acá no se puede salir, es imposible andar por la calle. Pero yo no voy a decir que estoy feliz porque esté bien de salud, o porque como bien, o porque duermo bien o porque rezo mucho. Estoy feliz porque me siento feliz, Dios me hace feliz”, comienza diciendo Francisco.
Y continúa: “Yo no tendría que reprocharle nada al Señor de alguna cosa que me haya hecho mala. A lo largo de mi vida siempre me llevó por su camino a veces en momentos difíciles, pero siempre está la seguridad de que uno no camina solo. Yo tengo esa seguridad. Yo no camino solo, Él está al lado mío. Uno tiene sus equivocaciones, también sus pecados, yo me confieso cada 15 días, pero no sé, yo soy así”.
“La polarización no es católica”
Bergoglio fue preguntado también sobre la polarización cada vez más creciente en la Iglesia, sobre todo en lo que a su figura se refiere. “La polarización no es católica. Lo católico une lo bueno y lo no tan bueno. El Pueblo de Dios es uno solo. Cuando hay polarización entra una mentalidad divisoria, que privilegia unos y deja de lado a otros. Lo católico siempre es armónico de las diferencias”, señala.
En el mismo sentido, agrega: “Si vemos como actúa el Espíritu Santo, primero hace el desorden: pensemos en la mañana de Pentecostés, el lío que se armó allí. Y después hace la armonía. El Espíritu Santo en la Iglesia no reduce todo a un solo valor, sino que hace armonía de las diferencias de los opuestos. Y ese es el espíritu católico. Cuanto más armonía con las diferencias y con los opuestos se hace más católico. Cuanta más polarización, se pierde el espíritu de lo católico y se cae en espíritus sectarios”.
Seitz: un obispo como Dios manda
Al ser preguntado sobre el Episcopado estadounidense, Francisco ha puesto un ejemplo de buen pastor. En concreto, Mark Seitz, obispo de El Paso. “Me permito citar un obispo que yo no sé si es de derechas, si es de izquierdas, pero es muy buen pastor. Seitz, en la frontera con México, es un hombre que toma en mano todas las contradicciones de ese lugar y las lleva adelante como pastor. No digo que los demás no sean buenos, pero este es el que conozco”, indica.
Y prosigue: “Hay algunos buenos obispos que son más de derecha, algunos buenos obispos que son más de izquierda, pero son más obispos que la ideología, son más pastores que la ideología. Y ese es el secreto”.
¿Se equivocan las conferencias episcopales?
“Las conferencias episcopales a veces se equivocan. Basta mirar en la Segunda Guerra Mundial ciertas opciones que alguna conferencia episcopal tomó y estaba equivocada de un punto de vista político o social. A veces gana una mayoría que quizás no es la que tiene razón o no”, afirma al ser preguntado en este sentido.
Abusos: por qué hay que extirpar el argumento del porcentaje
Preguntado sobre los abusos, el Papa hace una extensa reflexión. “Hasta la crisis de Boston, en la Iglesia se actuaba cambiando al abusador de lugar, cubriendo. Cuando tuve la reunión con los presidentes de las conferencias episcopales hace tres años y medio, pedí las estadísticas oficiales y el 42-46% de los abusos son en la familia o en el barrio. Después, en el mundo del deporte, en el de la educación y el 3%, los sacerdotes. Uno podría decir: ‘Qué bien, somos pocos’. No, si fuera uno solo, es monstruoso”, advierte.
Como remarca, “la Iglesia hizo una opción: no cubrir. Y de ahí se fue progresando a través de los procesos judiciales, de la creación de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores. Ahí el grande es el cardenal O’Malley, que tuvo la mentalidad de institucionalizar esto dentro de la Iglesia. Cuando la gente honesta ve cómo la Iglesia se hace cargo de esta monstruosidad, ve que una cosa es la Iglesia y otra son los abusadores que son castigados por la misma Iglesia. El grande en tomar estas decisiones fue Benedicto XVI“.
También quiso continuar con una anécdota durante su reunión con víctimas en Irlanda. “Eran seis o siete y vinieron un poco así (enojados) al inicio y tenían razón. Yo les dije: ‘Miren, hagamos una cosa, mañana tengo que decir el sermón. ¿Por qué no lo preparamos juntos?’. Y entonces ahí se dio un fenómeno lindo porque lo que era simplemente la protesta se transformó en algo positivo y todos juntos hicieron la homilía conmigo del día siguiente”, recuerda.
Putin, el Papa tiene un mensaje para ti
¿Por qué el Papa evita nombrar a Putin? A esta pregunta también responde, sin obviar el nombre del mandatorio ruso. “Cuando hablo de Ucrania, hablo de un pueblo martirizado. Si hay un pueblo martirizado hay alguien que lo martiriza. Cuando hablo de Ucrania, hablo de la crueldad porque tengo mucha información de la crueldad de las tropas que vienen. Se sabe bien a quién estoy condenando. No es necesario que ponga el nombre y el apellido”, responde.
“¿Por qué no lo nombró a Putin?”, se pregunta, para luego contestar: “Porque no era necesario, ya se sabía. Pero a veces la gente agarra un detallito y… Todos saben cuál es mi postura, con Putin o sin Putin, sin nombrarlo”.
“El racismo es un pecado contra Dios”
¿Un mensaje para los católicos afroamericanos? “Les diría que el Papa es consciente de su sufrimiento, que los quiero mucho y que resistan, que no se vayan. El racismo es un pecado contra Dios, intolerable. La Iglesia, pastores y laicos, deben seguir luchando para desterrarlo y por un mundo más justo. Y aprovecho para decir que quiero mucho también a la población originaria de Estados Unidos. Sin olvidarme de los latinos, que son muchos allá”, comenta.
¿Es Bergoglio comunista?
“Yo trato de seguir el Evangelio. A mí me iluminan mucho las bienaventuranzas, pero, sobre todo, el protocolo con el cual vamos a ser juzgados: Mateo 25. Tuve sed y me diste de beber, estuve preso y me visitasteis, estuve enfermo y me cuidaste. ¿Jesús es comunista entonces? El problema que está detrás de esto es el reduccionismo sociopolítico del mensaje evangélico. Los comunistas nos robaron algunos valores cristianos (risas). Algunos otros, un desastre lo que están haciendo”, afirma.
10 años de papa Francisco
“¿Si mira hacia atrás, hay cosas que usted habría hecho en forma diferente o de las que se arrepiente?”. Esta era la última pregunta de Gerard O’Connell, vaticanista de America Magazine, para Francisco. Y el Papa responde así: “Todo. Todo. Todo diferente. Pero hice lo que el Espíritu Santo me iba diciendo que tenía que hacer. Y cuando no lo hice, me equivoqué”.